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'Rápido y furioso' fue autorizado en Washington

La Jornada


México, DF. La polémica operación Rápido y furioso fue aprobada por funcionarios de alto nivel del Departamento de Justicia de Estados Unidos, reveló la cadena estadunidense CBS, según declaraciones del agente Darren Gil, quien encabezaba en México la Oficina para el Control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés).

El miércoles pasado el presidente estadunidense, Barack Obama, negó saber sobre el operativo que propició la entrada de armas a México, por lo que prometió que habrá consecuencias para los responsables.

En entrevista con CBS, Gil señaló que alguien de muy alto nivel en el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) tenía conocimiento del tráfico vigilado de armas, y que fue su propio supervisor directo en la oficina de la ATF en Washington quien le confirmó que la operación fue aprobada por funcionarios por encima del mismo Kenneth Melson, actual director general de la ATF.

¿El director [Melson] tiene conocimiento de esto?, preguntó Gil a su supervisor. Sí, él sabe [del paso deliberado de armas a México]. No sólo sabe el director, el Departamento de Justicia tiene conocimiento, fue la respuesta que obtuvo.

Agrega que otra de las instrucciones que recibió desde Washington fue no informar a las autoridades mexicanas sobre el caso.

De acuerdo con la entrevista con CBS, en medio de las tensiones que se vivían en la ATF durante el verano de 2010 por la inquietud de varios agentes que habían recibido la orden de dejar que arsenales cruzaran a México, el asistente del fiscal general, Lanny Breuer, junto con otros funcionarios del DOJ visitó México para hablar con el personal de la oficina de la ATF en el país sobre una gran operación contra el tráfico de armas que estaba obteniendo buenos resultados. A este viaje también acudió Melson.

Durante esa visita tanto Gil como su subdirector adjunto y su analista cuestionaron a Kenneth Melson sobre la repentina aparición de armas estadunidenses en México. De acuerdo con Gil, el director de la ATF señaló que ese, al que calificaba de un buen caso, aún estaba en curso, por lo que ofrecía ponerle fin tan pronto como podamos, sostuvo CBS.

En su entrevista con la cadena, Gil dijo haber detectado las primeras anomalías a principios de 2010, cuando los números de serie de armas usadas en crímenes relacionados con los cárteles de la droga fueron rastreados hasta Phoenix, Arizona, donde comenzó Rápido y furioso.

Pero cuando uno de los analistas de Gil quiso revisar en su computadora los archivos de ATF para ahondar en el caso se topó con que estaba bloqueada.

No sólo él no tenía acceso; yo, como director adjunto y siendo el oficial de mayor rango en México para las operaciones de la ATF, tampoco, relató Gil.

Como representante de la ATF en México, Gil señaló que era su trabajo aprobar cualquier operación de la agencia en la que se involucrara a México, y él nunca avaló la aplicación de Rápido y furioso.

El 25 de enero de 2010, Gil envió un correo electrónico a todo su personal en el que subrayó que sin su aprobación no se permitiría la entrada de ninguna arma de fuego a México.

En la misiva señaló además que si alguna vez autorizaba dicha estrategia, las armas deberían ser confiscadas del lado mexicano de la frontera justo al cruzar.

Al tiempo que Gil enviaba ese correo electrónico, agentes de la ATF en Phoenix comenzaban a filtrar información a CBS sobre la orden que habían recibido de dejar que las armas cruzaran a territorio mexicano hasta las manos de los cárteles de la droga. La idea era aparentemente de que se trataba de un gran caso.

De acuerdo con la cadena estadunidense, Gil se confrontó con su supervisor en Washington por la operación Rápido y furioso.

Sostuvo que la orden directa de éste fue “no informar a sus pares en México sobre el operativo”.

En diciembre de 2010 Darren Gil se retiró de la ATF, en parte por su negativa a participar en la operación Rápido y furioso, que durante 15 meses permitió la entrada de unas 2 mil armas a México.

Afirmó haber aceptado hablar con la CBS para dejar en claro que el personal de la ATF en México nunca tuvo conocimiento de la operación, sino que esto fue aprobado desde los más altos niveles en Washington.

En este sentido, el presidente Barack Obama declaró que no tenía conocimiento de la maniobra Rápido y furioso y menos el procurador general Eric Holder, por lo que encargó a éste la asignación de un inspector general para que investigue quién lo autorizó y esclarezca los hechos.

En entrevista con la cadena Univisión, Barack Obama prometió que habrá consecuencias para los responsables del operativo.

En primer lugar no la autoricé. Eric Holder, el fiscal general, no la autorizó. Así que lo que él ha hecho es asignar un inspector general para investigar lo que pasó exactamente, declaró.

Al preguntarle si había sido informado sobre la operación, el jefe de la Casa Blanca puntualizó: Absolutamente no.

El mandatario atribuyó su desconocimiento del operativo a que Estados Unidos es un gobierno bastante grande y hay muchos diferentes departamentos, pero aseguró que se trata de desarrollar una cooperación entre Estados Unidos y México como nunca, sostuvo.

Hemos iniciado una excelente cooperación y quizás se produjo una situación en la que hubo un serio error. Si ese es el caso, lo averiguaremos y habrá consecuencias, añadió el mandatario demócrata.

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