Dossier 1. Para entender lo que está pasando en Palestina

  Contenido: PARTE I. Historia de una resistencia y lucha: 1. Conflicto Israel-Palestina: una breve historia en map...

Dossier 14 - Para entender lo que está pasando en Ucrania

 


Contenido: 

    • El mundo ha cambiado. Zhang Weiwei y Jin Canrong Guancha
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/el-mundo-ha-cambiado-zhang-weiwei-y-jin.html 

    • Oriente Medio se reconfigura. Eduardo Luque.
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/oriente-medio-se-reconfigura-eduardo.html

    • "No estamos aquí para servirle la sopa", aseveró el presidente de la República Democrática del Congo, dirigiéndose a su homólogo francés. Samy Ntumba Shambuyi
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/no-estamos-aqui-para-servirle-la-sopa.html

    • Líder africano a Kamala Harris: Si no respetas la soberanía de otros países, no puedes pretender ser el ‘campeón de la democracia’. Redacción Cubadebate.
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/lider-africano-kamala-harris-si-no.html

    • ¿Cuántos crímenes ha cometido tu país en Irak? ¿Cuántos crímenes cometieron los aliados en Irak y Afganistán? ¿Acaso los han detenido? Secretario general del Congreso Nacional Africano, Fikile Mbalula
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/cuantos-crimenes-ha-cometido-tu-pais-en.html

    • Los vampiros no se rinden. Alejandro Tyurin
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/los-vampiros-no-se-rinden-alejandro.html

    • Cambios en la situación internacional y la crítica de la caracterización de Rusia como imperialista. Ángeles Maestro.
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/cambios-en-la-situacion-internacional-y.html

    • El "poder blando" de los países occidentales en África no es "blando" en absoluto. Keretvi Opku.
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/el-poder-blando-de-los-paises.html

    • El verdadero temor de Australia no es China. Caitlin Johnstone.
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/el-verdadero-temor-de-australia-no-es.html

    • Los revolucionarios ¿con las banderas de Estados Unidos? Oleg Yasinsky.
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/los-revolucionarios-con-las-banderas-de.html

    • La diplomacia rusa en un mundo cambiante. Sergey Lavrov.
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/la-diplomacia-rusa-en-un-mundo.html

    • Siria vuelve a la Liga Árabe. Eduardo Luque y Bashar Barazi.
https://unamenrebeldia.blogspot.com/2023/06/siria-vuelve-la-liga-arabe-eduardo.html

    • Fragmentos, citas… Compilado por UNAM en Rebeldía.
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Compilado por UNAM en Rebeldía

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Junio de 2023





Fragmentos, citas… Compilados por UNAM en Rebeldía (Dossier 14)

 

Fragmentos, citas…

Compilados por UNAM en Rebeldía


Tony Cox, periodista estadounidense que ha escrito para Bloomberg y otros diarios.

21 de enero de 2023 (RT Internacional)

Cuando hay dinero para hacer y más poder para asegurar, los gobernantes de Washington no tienen reparos en hacer que miles, o incluso millones, de personas sean asesinadas o mutiladas. Eso es especialmente cierto en el caso de los aliados más pequeños a los que prometen apoyar. Desde los vietnamitas del sur hasta los kurdos iraquíes y sirios y los afganos que se pusieron del lado de Occidente contra los talibanes, muchos hermanos pequeños pueden testificar cómo el hermano mayor los animó a luchar, prometiendo apoyarlos, solo para arrojarlos debajo del autobús cuando llegó el momento de salir pitando.

Como dijo el ex presidente de Vietnam del Sur, Nguyen Van Thieu , después de ser traicionado por Estados Unidos: “Es tan fácil ser enemigo de Estados Unidos, pero tan difícil ser amigo”.

Hoy estamos viendo lo mismo en Ucrania, donde los políticos estadounidenses han hablado abiertamente de lo importante que es para el Pentágono ayudar a matar a las fuerzas rusas sin poner en peligro a ninguna de sus propias tropas. Washington ayudó a sentar las bases para el conflicto impulsando la expansión de la OTAN hasta las fronteras de Rusia y ayudando a derrocar al gobierno electo de Ucrania en 2014. Habiendo logrado su deseada guerra de poder, los líderes estadounidenses están tratando de prolongarla para debilitar las fuerzas armadas y militares de Rusia y así generar más ganancias.

Estas no son precisamente buenas noticias para las personas que realmente tienen que luchar en este sangriento conflicto. El hermano mayor está feliz de mantenerlo en marcha hasta el último ucraniano…

Eso no significa que Washington sea terriblemente reacio a que maten a sus propias fuerzas. De hecho, sus muertes a veces pueden ser lo suficientemente útiles para avanzar en una agenda. En los primeros días de la Segunda Guerra Mundial, el entonces presidente Franklin D. Roosevelt enfrentó una fuerte oposición pública para unirse a la lucha. Una encuesta de Gallup en mayo de 1940 mostró que el 93% de los estadounidenses se oponía a entrar en la guerra con tropas. Una semana después de que las fuerzas japonesas atacaran Pearl Harbor en diciembre de 1941, el 91 % dijo que estaba de acuerdo con la decisión del presidente de declarar la guerra a Alemania y Japón.

Algunos historiadores argumentan que este evento catalizador, el “día que vivirá en la infamia” de Roosevelt, no sucedió por accidente…

Considere el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano (PNAC), un grupo de expertos en política exterior cuya declaración fundacional en 1997 fue firmada por pesos pesados políticos como Dick Cheney y Donald Rumsfeld. John Bolton, el futuro asesor de seguridad nacional, estaba entre sus directores. En un informe escrito en septiembre de 2000, el PNAC escribió que para crear “la fuerza dominante del mañana”, la transformación necesaria de las fuerzas armadas estadounidenses llevaría mucho tiempo, “en ausencia de algún evento catastrófico y catalizador, como un nuevo Pearl Harbor”.

Un año después, cuando Cheney se había convertido en vicepresidente y Rumsfeld en secretario de defensa, Estados Unidos tenía su nuevo Pearl Harbor: los ataques terroristas del 11 de septiembre en Washington y el Pentágono. Incluso el total de bajas fue similar, con 2.977 víctimas muertas.

Con la ayuda de un brote repentino de bipartidismo en el Congreso, la administración del presidente George W. Bush entró en acción, encendió la maquinaria de guerra y pisoteó las libertades civiles en nombre de la seguridad nacional. Estados Unidos también siguió adelante con una guerra de cambio de régimen en Irak, como se contempla en el documento del PNAC …

Desafortunadamente, con tanto que ganar potencialmente, los tomadores de decisiones estadounidenses parecen estar provocando imprudentemente a China. Washington no proclamaría públicamente una política de tratar de instigar la guerra con Beijing, al igual que no anunció un plan para desencadenar un ataque japonés. Sin embargo, sólo necesitamos observar las acciones de los EE. UU. para adivinar sus intenciones.

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Oleg Yasinsky

Publicado:16 mar 2023

Uno de los principales objetivos del proyecto neoliberal, que además es su método, es la atomización del ser social –humano– en mil esquirlas esquizofrénicas de pseudolibertades y pseudoindependencias personales.

Siria vuelve a la Liga Árabe - Eduardo Luque y Bashar Barazi (Dossier 14)

 

Siria vuelve a la Liga Árabe

Eduardo Luque y Bashar Barazi

31 mayo, 2023

https://www.elviejotopo.com/topoexpress/siria-vuelve-a-la-liga-arabe/


No es fruto de una extraña conjunción astrológica. No es tampoco resultado del azar. En política se evita esa posibilidad. Vemos con sorpresa  hechos que marcarán, ya lo están haciendo, nuevas realidades.  La caída de Bajmut  el día 20 de mayo coincide día por día, hace un año, con la también derrota ucraniana en Mariúpol. El mensaje ruso a Occidente es claro. Rusia no perderá esta guerra: es por eso que la caída de la ciudad ucraniana se ha hecho coincidir con la reunión del G-7.

Los países occidentales, por su parte, escogieron un lugar emblemático para su reunión: Hiroshima. Biden no pidió perdón por el uso de armas nucleares en 1945. La puesta en escena de la reunión del G-7 es un aviso, nada disimulado, a Rusia y China. EEUU cree su propia propaganda. Su doctrina de defensa incluye el uso del arma nuclear. Piensa que es posible usarla en escenarios limitados como el continente europeo. Hace tiempo que las armas nucleares fueron recategorizadas para usarlas en escenarios de guerra convencional. EEUU se plantea, dada la sumisión de la clase política europea, la posibilidad de una guerra nuclear constreñida al continente y que deje al margen el territorio norteamericano.

No hay esperanza de paz. Moscú no encuentra interlocutor en los EEUU. Occidente persigue la escalada: la OTAN enviará aviones de guerra a Ucrania. La agresiva y caótica declaración del G7 contra Rusia y China señala hasta qué nivel los políticos europeos viven en un auténtico universo paralelo.

Mientras el G7 se reunía,  Rusia y China contraprogramaron una reunión de los países del centro de Asia para reforzar sus relaciones económicas y sociales. El discurso de Vladimir Putin en ese momento resaltó que la guerra en Ucrania no acabará sino es con la victoria rusa.  Moscú entiende que una derrota en el campo de batalla implicaría la fragmentación del país y fundamentalmente  su desaparición como Estado.  Como tantas veces hemos dicho, para Moscú es una guerra por su supervivencia.

En estas mismas fechas se produce otro acontecimiento especialmente relevante. El beso entre el presidente sirio Al-Assad y el heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, señala un antes y un después. Si algo sorprende en el restablecimiento de los  lazos diplomáticos entre los dos archienemigos de Oriente Medio (Arabia Saudita y Siria) es la velocidad con la que se ha producido. Hace escasamente dos meses se anunciaba el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países. China había actuado como mediadora en un proceso laborioso y callado y que ahora, pocas semanas después, concluye con la admisión de Siria en la Liga Árabe.  Han transcurrido doce años desde la expulsión de Damasco de este organismo.

Es una derrota política para Estados Unidos y sus “aliados”. Occidente fue representada indirectamente en la cumbre por la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania Annalena Baerbock. El periplo diplomático, que la llevó a Riad días antes de que Siria fuera recibida en la ciudad costera de Yedda (Arabia Saudita), ha rozado el ridículo. Actuando más como enviada del Presidente norteamericano que como representanta de un país “supuestamente” soberano ha intentado torpedear “in extremis” el acercamiento entre los dos antiguos enemigos.

Los propios medios norteamericanos, la revista Newsweek en concreto,  sostienen que la política de Joe Biden hacia Siria ha recibido su mayor golpe por el momento. La vuelta de Al-Assad al ruedo internacional conlleva un nuevo mensaje para EEUU: se ha de poner fin a la presencia de sus tropas en Siria y levantar las sanciones.

Estados Unidos no va a levantar las sanciones integrales impuestas a Damasco al igual que no lo hará la Unión Europea. Es evidente que la política comunitaria va en contra de los propios intereses europeos; pero  su dependencia y el servilismo respecto a Washington impide tomar otra dirección. Es importante, en este aspecto, subrayar la transmutación ideológica que ha sufrido la antiguamente denominada «Izquierda verde»; hoy, tras situarse en el poder, adopta las posturas más neoconservadoras del gobierno alemán respecto a la guerra de Ucrania y el conflicto en Siria y Yemen. Los verdes alemanes, como algunos “verdes” europeos, apuestan por la guerra y promueven la carbonización para librarse de la “dependencia” del gas ruso; al mismo tiempo no dudan en comprar petróleo y el gas de ese país utilizando a terceros (en este caso India). Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que esas formaciones, como otras en la UE, no son ya ni de izquierdas ni verdes.

Estados Unidos ha entrado en un profundo declive en Oriente Medio tras tres décadas de falsas promesas. Los fallidos Acuerdos de Oslo, las invasiones de Irak y Libia, la guerra en Siria y Yemen han sido un conjunto de decisiones cuyo objetivo era imponer el denominado “caos creativo” en la zona dividiendo, rompiendo y enfrentando a unas comunidades contra otras. Norteamérica hace tiempo que abandonó las tesis de Joseph S. Nye Jr. quien escribía en su  “Paradoja del poder norteamericano” que este país utilizaba los golpes “blandos” o los ”duros” en función de su conveniencia. Vemos ahora como la política norteamericana sólo utiliza los segundos y ha obviado los primeros.

Otro gran derrotado es el régimen de Israel. A sus problemas internos se le suma ahora el problema político que representa el reconocimiento de Al-Assad como un actor importante en Oriente Medio. Fue en 2020 cuando Israel, que se sentía fuerte y estaba firmemente respaldado por Estados Unidos, firmó los “Acuerdos de Abraham” con Emiratos Árabes y algunos otros estados de Oriente Medio.  Tel Aviv pretendía expandir la influencia israelí en el mundo árabe aislando a Irán. Los Acuerdos de Abraham” finalmente no se han implementado. Arabia Saudita no está dispuesta en este momento a promocionar este acercamiento con el régimen de Israel. Es un gran revés para la política de ese país. Lo aísla del proceso de paz que se está desarrollando en Oriente Medio y donde Tel Aviv tiene cada vez menos capacidad de influencia. Para complicar aún más la situación de Estados Unidos en la zona China ha ofrecido sus servicios  a Israel y Palestina para desarrollar un plan de paz realista. Es una opción necesaria aunque no sea viable en este momento. El problema de Israel, como ya hemos  enunciado en otras ocasiones, es la división de la sociedad por la mitad en una confrontación en términos de una batalla de suma cero, con un sistema político en parálisis permanente y sin que ninguno de los dos lados de la ecuación consiga una mayoría estable en el Parlamento. Israel está sumido en un enfrentamiento civil de bajo nivel. Lo que fue en su momento una limpieza étnica apoyada por las potencias occidentales sobre la población palestina ahora se ha convertido en un proceso de segregación interna entre los propios judíos. Una chispa puede incendiar el polvorín social.

Asistimos a cambios políticos impensables. Riad, en otro giro que provoca enormes recelos en Washington, se está moviendo para normalizar sus vínculos con Hamás y Hezbolah. Estas milicias resisten a Israel y están consideradas por los Estados Unidos como “grupos terroristas”. Riad contrarresta a Washington  en todo Oriente Medio, y la intervención china cambia la lógica subyacente en la zona. Irán deja de ser vista como el enemigo común de todos los ”estados árabes sunitas”. La agresividad y la torpeza política de Tel Aviv están echando más sal a la herida. El mes pasado, cuando las fuerzas militares asaltaron la mezquita de Al-Aqsa, los Emiratos Árabes Unidos (signatario de los acuerdos de Abraham)  pospusieron los acuerdos de defensa con Israel que estaban a punto de firmar. Por otra parte el ataque a la ciudad palestina de Huwara por parte de los colonos Israelíes y las declaraciones del ministro de Finanzas Bezalel Smotrich (que pedían que se limpiara la ciudad de palestinos para “borrarla de la faz de la tierra”) aísla a Israel de sus vecinos. Israel se está quedando sin opciones: o continúa en esta situación, que conduce a una guerra fratricida, o bien gira hacia el “nuevo”  proceso de paz liderado por China. Es una opción que socavaría, aún más, la posición de Estados Unidos en todo Oriente Medio.

El gran beneficiario de la situación es Irán. Su política (durante décadas) de apoyo a Siria, Irak, Yemen y a la causa palestina les ha granjeado una sólida reputación en la zona. Las buenas relaciones con Turquía, la otra gran potencia regional, permite al país persa ayudar en el proceso de normalización entre Siria y Turquía. Siria es enormemente reacia en este momento a ir más allá. Al -Assad se siente fuerte y será Erdogan, si vuelve a ganar, quien tendrá que ceder posiciones en la negociación para mantener el apoyo ruso. La intervención de Irán se demostró muy valiosa y ayudó a limar los graves roces que tuvo Erdogan en 2015 con Moscú.

En este momento el triunfo de Erdogan en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales turcas afianzaría la posibilidad de una mayor implicación entre Ankara, Teherán, Moscú y Pekín.  El contencioso de Siria (que se libra entre las tropas de ocupación turcas y el ejército sirio en el norte del país) se solventará aislando aún más a las tropas norteamericanas de ocupación en suelo sirio. Los acuerdos económicos con Moscú sumados al maltrato al que los Estados Unidos obsequian a sus socios (en este caso Turquía) apuntan a que la política a medio plazo del nuevo gobierno Erdogan se oriente aún más hacia el eje Rusia-China. Su integración como socio en el grupo de países de los BRICS está muy avanzada. Las tensiones con Washington se acentuarán; la ley para contrarrestar a los adversarios de Estados Unidos a través de sanciones (Ley CAATS por sus siglas en inglés) conducirá casi ineludiblemente a que Estados Unidos sancione a  Ankara, puesto que ha comprado armas a los enemigos de Washington (en este caso, los sistemas antimisiles S-400 rusos).

Oriente Medio vive un proceso de reconfiguración  acelerado. Ninguna de  las coaliciones anteriores es intocable. Y los nuevos lazos entre naciones que se están gestando podrán llegar a parecernos absolutamente sorprendentes según las consideraciones actuales.

La diplomacia rusa en un mundo cambiante - Sergey Lavrov (Dossier 14)

 

La diplomacia rusa en un mundo cambiante

Sergey Lavrov

2023-03-24

Artículo del Ministro de Relaciones Exteriores Sergey Lavrov para la revista de noticias Razvedchik (oficial de inteligencia), 24 de marzo de 2023

La diplomacia rusa en un mundo cambiante

Es un privilegio para mí enviar este artículo a la revista de noticias Razvedchik y compartir con sus lectores mi comprensión de los desarrollos internacionales actuales, así como las prioridades de la política exterior de Rusia.

Vivimos en una época de cambios geopolíticos históricos. “El cambio de época es un proceso doloroso, aunque natural e inevitable. Un arreglo mundial futuro está tomando forma ante nuestros ojos”, dijo el presidente Vladimir Putin.

Hoy, la multipolaridad emergente constituye una tendencia clave en los asuntos internacionales, como lo he señalado en múltiples ocasiones. Los nuevos centros de poder en Eurasia, Asia-Pacífico, Medio Oriente, África y América Latina han logrado resultados impresionantes en varias áreas, guiados por su compromiso con la autosuficiencia, la soberanía estatal y sus identidades culturales y de civilización únicas. Tienen una política exterior independiente, que prioriza sus intereses nacionales fundamentales. Esto establece factores objetivos para el surgimiento de un nuevo orden mundial multipolar: un marco más resistente, justo y democrático que refleje el derecho natural e inalienable de cada nación a determinar su futuro, así como a elegir sus propios modelos de desarrollo interno y socioeconómico.

Por cierto, hay políticos en Occidente que están empezando a aceptar esta realidad, aunque sea a regañadientes. Por ejemplo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha hablado sobre el fin de la hegemonía occidental en los asuntos internacionales en múltiples ocasiones, incluso si, a decir verdad, todo esto sucedió antes de que se uniera a las filas de la coalición pro-ucraniana diseñada por Washington para contrarrestar Rusia. Es un asunto aparte que un diagnóstico correcto no necesariamente se traduzca en la práctica o reformule el pensamiento de política exterior basado en los principios del derecho internacional, la seguridad igualitaria e indivisible. Por el contrario, el llamado Occidente colectivo liderado por Estados Unidos está haciendo todo lo posible para revivir el modelo unipolar, que ha llegado a su fin. Quieren obligar al mundo a vivir en un orden basado en reglas centrado en Occidente que ellos mismos inventaron.

Nunca nos hicimos ilusiones sobre con quién estamos tratando. Para nosotros estaba claro que después de que terminó la Guerra Fría, Washington y sus satélites de la OTAN buscaron la hegemonía total y querían resolver sus propios desafíos de desarrollo a expensas de los demás. En el Euroatlántico, la expansión agresiva de la OTAN hacia el este se convirtió en parte integral de esta política egoísta, llevada a cabo a pesar de las promesas políticas que se hicieron a los líderes soviéticos de no expandir la OTAN, así como contraria a los compromisos aprobados al más alto nivel dentro la OSCE a abstenerse de tratar de reforzar la seguridad de uno a expensas de la seguridad de otros estados.

Las cumbres de la OSCE y Rusia-OTAN adoptaron múltiples resoluciones proclamando que ningún grupo de estados u organización por sí solo puede tener la responsabilidad principal de mantener la paz y la estabilidad en la región, o considerar cualquier parte de la región como su esfera de influencia, pero estos documentos tienen sido pisoteado. Todos estos años, la OTAN se ha estado moviendo en la dirección opuesta.

Durante años, Occidente persistió en sus esfuerzos por penetrar el espacio geopolítico postsoviético y construir el llamado eje de inestabilidad a lo largo de la frontera rusa. Estados Unidos y los países de la OTAN siempre han visto a Ucrania como una de las herramientas que podrían usar contra Rusia. Para completar la transformación de nuestro estado vecino en un anti-Rusia, los manipuladores occidentales diseñaron y luego apoyaron un golpe de estado anticonstitucional en Kiev en febrero de 2014. Fue organizado a pesar de que Alemania, Polonia y Francia actuaron como garantes de un arreglo político pacífico entre el gobierno y la oposición.

Durante ocho años, Occidente no solo hizo la vista gorda ante el genocidio de personas en Donbass, sino que alentó abiertamente los preparativos del régimen de Kiev para usar la fuerza armada para apoderarse de estos territorios. Una ilustración de esto es la reciente admisión hecha por Angela Merkel y Francois Hollande, quienes admitieron que solo necesitaban el Paquete de Minsk para dar tiempo a Kiev para desarrollar sus capacidades de combate. Otro signatario de ese documento, Petr Poroshenko, ha hecho una admisión igualmente cínica. Esto no es más que evidencia de la hipocresía del establecimiento político occidental y el régimen de Kiev que nutrió.

Los objetivos reales de los políticos occidentales se manifestaron nuevamente en diciembre de 2021, cuando Washington y Bruselas rechazaron las propuestas de Rusia de brindarle garantías de seguridad en la región al oeste de las fronteras de Rusia.

Es obvio que la situación en y alrededor de Ucrania es solo un elemento de una colisión a gran escala creada por un pequeño grupo de estados occidentales que querían mantener su dominación global y hacer retroceder el proceso objetivo del surgimiento de una arquitectura multipolar. Actuando en las peores tradiciones coloniales, los estadounidenses y sus perritos falderos están tratando de dividir el mundo en "democracias" y "regímenes autoritarios" o, en lenguaje sencillo, en unos pocos elegidos, que son excepcionales, y todos los demás, que deben servir a los demás. intereses de los “mil millones de oro”. La esencia última de esa filosofía cínica ha sido expresada por el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, quien dijo: “Europa es un jardín. El resto del mundo [...] es una jungla”. Fue un desliz freudiano que expuso sus verdaderas intenciones.

No es de extrañar que se hayan utilizado amenazas y chantajes no solo contra Rusia sino también contra muchos otros estados. Se ha formulado un objetivo estratégico de disuasión sistémica de China, incluso como parte de las llamadas estrategias del Indo-Pacífico. La práctica maliciosa de interferir en los asuntos internos de los estados, incluido el estado hermano de Bielorrusia, no se ha detenido. El bloqueo comercial y económico de años contra Cuba no se ha levantado. Hay muchos otros ejemplos de este tipo. En general, nadie está a salvo ahora de los ataques al estilo mafioso de los Estados Unidos y sus satélites.

Para asegurar la adopción de una agenda internacional en su propio interés, Washington y Bruselas están tratando de “privatizar” las organizaciones internacionales y hacer que sirvan a sus intereses mercenarios. Aquí están algunos ejemplos. A la Secretaría Técnica de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) se le han atribuido funciones que no están dentro de su ámbito, y el Consejo de Europa ha sido convertido en un instrumento de la política antirrusa y, de hecho, en un apéndice a la OTAN y la UE. La situación con la OSCE, que fue creada para llevar a cabo un diálogo europeo honesto, es casi la misma. Esta organización con sede en Viena se ha convertido en una agencia marginal donde Occidente acumula basura y mentiras para ahogar los principios fundamentales del Acta Final de Helsinki. Es evidente que la OSCE ya no puede ocuparse de cuestiones graves de seguridad europea. Occidente continúa sus esfuerzos para eliminar las capacidades restantes de la OSCE, en particular, iniciando una "comunidad política europea" exclusiva que está cerrada a Rusia y Bielorrusia.

Hoy, nuestras relaciones con los Estados Unidos y la UE se encuentran en el punto más bajo desde el final de la confrontación bipolar. Cuando comenzó la operación militar especial, Occidente declaró una guerra híbrida total contra Rusia. Su objetivo es derrotarnos en el campo de batalla, destruir la economía rusa y socavar nuestra estabilidad política interna.

Hemos sacado las conclusiones necesarias de esto. No habrá "negocios como siempre" de nuevo. No llamaremos a la puerta cerrada y mucho menos haremos concesiones unilaterales. Si Occidente entra en razón y ofrece reanudar los contactos, veremos qué ofrecen exactamente y actuarán en función de los intereses de Rusia. Cualquier acuerdo hipotético con Occidente debe ser legalmente vinculante y debe incluir un mecanismo simplificado de verificación.

A decir verdad, ya no nos hacemos ilusiones de converger con Europa, de ser aceptados como parte de la “casa común europea” o de crear un “espacio común” con la UE. Todas estas declaraciones realizadas en capitales europeas han resultado ser un mito y una operación de falsa bandera. Los últimos acontecimientos han demostrado claramente que la red ramificada de vínculos comerciales, económicos y de inversión mutuamente beneficiosos entre Rusia y la UE no era una red de seguridad. La UE no se lo pensó dos veces antes de sacrificar nuestra cooperación energética, que era un pilar de su prosperidad. Hemos visto que las élites europeas no tienen independencia y siempre hacen lo que se les ordena en Washington, incluso si esto resulta en un daño directo a sus propios ciudadanos. Tomamos en cuenta esta realidad en nuestra planificación de política exterior.

Continuamos examinando las perspectivas y la conveniencia de nuestra membresía en los mecanismos de cooperación internacional donde Occidente puede manipular las reglas de procedimiento y las secretarías para obligar a estos mecanismos de cooperación a adoptar la agenda mercenaria de Occidente en detrimento de las prioridades de Rusia y la interacción equitativa. En particular, nos hemos retirado del Consejo de Europa y de varias otras agencias.

Estamos trabajando con nuestros socios internacionales confiables para hacer la transición a acuerdos de comercio exterior en monedas distintas del dólar y el euro y para crear una infraestructura de vínculos interbancarios y otros vínculos financieros y económicos que no serán controlados por Occidente.

Si Occidente decide abandonar su línea rusofóbica y optar por una cooperación igualitaria con Rusia, esto les beneficiará sobre todo. Sin embargo, somos realistas que sabemos que este escenario es improbable en un futuro cercano. Además, será necesario un gran esfuerzo para recuperar nuestra confianza. Washington y Bruselas tendrán que trabajar muy duro para hacerlo.

Hay muchos socios en el mundo además de los EE.UU. y la UE. Este es un mundo global y multipolar. Los intentos de aislar a Rusia, construir una valla a su alrededor y convertirla en un paria han fracasado. Los países de la mayoría global, donde vive alrededor del 85 por ciento de la población mundial, no están dispuestos a sacar castañas del fuego por sus antiguos estados coloniales. La comunidad internacional ya no admira a Occidente, que el presidente Putin ha descrito acertadamente como el “imperio de las mentiras”, como la verdad última o el ideal de democracia, libertad y prosperidad.

En este contexto, la diplomacia rusa está implementando una política exterior independiente, autosuficiente y multidireccional y está aumentando sus esfuerzos en todo el mundo. Estamos impulsando nuestra asociación estratégica con China, que es un factor de equilibrio en los asuntos internacionales. Las relaciones actuales entre Moscú y Beijing son las mejores de nuestra historia. Estamos trabajando constantemente para reforzar las relaciones de asociación estratégica privilegiada con India y fortalecer los lazos con Brasil, Irán, los Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Arabia Saudita, Sudáfrica y muchos otros estados amigos. La segunda Cumbre Rusia-África, que tendrá lugar en San Petersburgo en julio de 2023, mejorará las relaciones entre Rusia y África.

El foco de la economía mundial sigue cambiando de la región euroatlántica a Eurasia, y la política sigue su ejemplo. Incluso la Unión Europea ya no puede reclamar liderazgo político, económico o de valores en Eurasia. Los estados del continente tienen libertad real para elegir sus modelos de desarrollo y socios internacionales, o participar en diversas iniciativas de integración.

La cooperación dentro del Estado de la Unión continuará fortaleciéndose y alcanzando nuevas alturas. La Unión Económica Euroasiática es una de las asociaciones regionales de más rápido crecimiento y Rusia la preside este año. Los amplios lazos internacionales de la EAEU son una prueba elocuente de la eficacia y relevancia de esa asociación. La cooperación en la OTSC sigue siendo un factor integral de la estabilidad regional. La cooperación de la CEI también está progresando; por cierto, la Comunidad de Estados Independientes ha declarado 2023 como el Año de la lengua rusa como lengua de comunicación interétnica.

La OCS y los BRICS son ejemplos vívidos de diplomacia multipolar, asociación multilateral equitativa y de beneficio mutuo en Eurasia y en el mundo. No hay "líderes" o "seguidores" entre los miembros, mientras que las decisiones se toman por consenso. Son plataformas donde países con diferentes sistemas políticos y económicos, con sus propios valores y paradigmas civilizatorios cooperan efectivamente en diversos campos y formatos. Un número creciente de países buscan establecer vínculos con estas asociaciones o convertirse en miembros de pleno derecho de ellas. Esto también demuestra su creciente prestigio.

La armonización de diversas iniciativas de integración es nuestra prioridad. Creemos que los intereses económicos deben servir de base para la futura arquitectura de paz y confianza mutua. Esta filosofía es inherente a la idea del presidente Vladimir Putin de crear una Gran Asociación Euroasiática (GEP). Los estados miembros de EAEU, SCO y ASEAN, incluidos nuestros amigos chinos e indios, ya han mostrado interés en la iniciativa rusa. En particular, los pasos para combinar los planes de desarrollo de la EAEU y la iniciativa Belt and Road de China se han tomado de acuerdo con la lógica GEP. La integración cada vez más profunda entre Rusia y Bielorrusia como parte del Estado de la Unión está haciendo una contribución útil a los esfuerzos comunes.

Rusia seguirá promoviendo una agenda unificadora en el ámbito internacional, contribuirá al fortalecimiento de la seguridad y la estabilidad mundiales, la solución política y diplomática de numerosas crisis y conflictos. Junto con estados afines, tenemos la intención de luchar por la aplicación real de los principios consagrados en la Carta de la ONU, incluida la igualdad soberana de los estados y la no injerencia en sus asuntos internos. En general, pretendemos contribuir a la democratización de la vida internacional, a la formación de un orden internacional actualizado basado en la regulación jurídica internacional, no en la vigencia.

Por supuesto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia no está aislado de la turbulencia geopolítica global. La campaña rusofóbica a gran escala influyó directamente en el personal de nuestras misiones en el extranjero. Ahora trabajan en lo que equivale a un entorno extremadamente desafiante, a veces poniendo en riesgo su salud y su vida. Incluso en los días más oscuros de la Guerra Fría, el personal diplomático no enfrentó tantas expulsiones masivas.

En esta situación, tuvimos que cambiar todo nuestro servicio de política exterior a un marco operativo especial. Nuestros diplomáticos continúan desempeñando sus funciones profesionales de buena fe, con diligencia y en forma íntegra. Están haciendo todo lo posible para defender los derechos e intereses de los ciudadanos y compatriotas rusos en el extranjero, así como para promover los intereses de las empresas rusas.

En el futuro, nos apegaremos al mismo enfoque ágil para adaptar los recursos humanos del Ministerio a los cambios tectónicos que atraviesa el mundo. Si es necesario, enviaremos rápidamente a nuestro personal diplomático a donde más se necesite.

Prestamos especial atención a asegurar la continuidad de las generaciones. Me complace observar que cada vez más personas quieren convertirse en diplomáticos. Todos los años, jóvenes líderes creativos se unen a nuestra amistosa familia del Ministerio de Relaciones Exteriores después de graduarse en relaciones internacionales y superar con éxito las pruebas adicionales que deben aprobar para obtener el trabajo. La Universidad MGIMO del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Academia Diplomática siguen siendo nuestras instituciones educativas principales.

La superación personal constante y ser capaz de estar al día con el tiempo es un requisito previo importante para el éxito en el Ministerio de Relaciones Exteriores. La Academia Diplomática ofrece todos los años una serie de cursos de formación profesional especializada. Los diplomáticos rusos siempre han sido famosos por sus excelentes habilidades lingüísticas, incluidas lenguas raras. El Ministerio de Relaciones Exteriores ofrece los Cursos de Formación Superior de Idiomas, una herramienta maravillosa para mejorar las habilidades lingüísticas.

El Ministerio y sus misiones en el extranjero persisten en sus esfuerzos por aprovechar al máximo la diplomacia digital, Internet y las redes sociales y aprovechar su potencial para comunicar el punto de vista de Rusia sobre los desarrollos en curso a una audiencia internacional más amplia. Tenemos la intención de intensificar nuestros esfuerzos en este prometedor frente mediante el empleo de métodos y enfoques creativos e innovadores.

Por supuesto, la educación patriótica de la juventud también ha sido importante. Este esfuerzo cae dentro del ámbito del Consejo de Veteranos, la Asociación de Diplomáticos Rusos y el Centro para la Historia del Servicio Diplomático Ruso. El Consejo de Jóvenes Diplomáticos de nuestro Ministerio lleva a cabo múltiples iniciativas educativas y solidarias. Vale la pena señalar que hemos enviado ayuda humanitaria a los niños de Donbass muchas veces. Haremos todo lo posible para asegurarnos de que la experiencia diplomática forme un nexo con el poder creativo de los jóvenes.

Para concluir, me gustaría desearles a los lectores de la revista buena salud, bienestar y todo lo mejor.

Los revolucionarios ¿con las banderas de Estados Unidos? - Oleg Yasinsky (Dossier 14)

 

Los revolucionarios ¿con las banderas de Estados Unidos?

Oleg Yasinsky

13 marzo 2023

https://actualidad.rt.com/opinion/oleg-yasinsky/460653-revolucionarios-banderas-estados-unidos


La posmodernidad y su arte conceptual generan sus modas. Estas modas ya no son tendencias estéticas o sugerencias de modales, sino verdaderas direcciones ideológicas para afiliar y redirigir nuestro pensamiento. Una de las bases del paradigma de estos tiempos es hacernos entender que todo es relativo, que hablar de las verdades absolutas es un signo de ignorancia, intolerancia o conservadurismo de perdedores y desadaptados.

Recuerdo una exposición de luces en el centro de Santiago de Chile hace varios años. Era un mundo de oscuridad relleno de tubos fosforescentes, de varias formas, tamaños y colores, uno se sentía parte del plancton en las profundidades del abismo oceánico, donde de vez en cuando pasaban cardúmenes de los escolares, guiados por los elocuentes intérpretes del paisaje que explican 'qué quiso decir el artista'. Me daba miedo pensar. Entendía que el arte ya dejó de ser arte y cualquier construcción publicitaria con algo de presupuesto y un par de efectos ópticos y psicodélicos se puede presentar como un nuevo mundo revolucionario, donde tenemos que ser evacuados de nuestra falta de fantasía y esta pobre desteñida realidad.

Recordé con nostalgia los tiempos cuando el arte todavía dependía de las habilidades técnicas de la persona, tenía sentido y razón y en vez de desconectarnos del mundo hasta más nos reafirmaba en este nuestro aquí y ahora. Era parte de nuestra búsqueda de lo humano, de lo bello, de lo justo, de lo absoluto.



Manifestantes se reúnen con banderas de EE.UU., Georgia, Ucrania y de la UE frente a la sede del Parlamento georgiano en Tbilisi, Georgia, 8 de marzo de 2023. Zurab Tsertsvadze / AP

Ahora estoy tratando de proyectar esa sensación de asombro cuando veo las noticias y los titulares sobre 'los rebeldes' que se alzan contra las 'corruptas tiranías' con el apoyo del Departamento de Estado de EE.UU. o de los gobiernos de los países miembros de la OTAN. Hoy en las calles de la capital georgiana Tbilisi, al igual que hace 9 años en Kiev, aparecen manifestantes empuñando las banderas estadounidenses. ¿Qué tenía que pasar en nuestro mundo en las últimas décadas para que un relativismo histórico y descriterio total se apoderasen de nuestros pueblos, dejando de manifiesto al mundo, que las drogas propagandísticas en las venas de las redes sociales y de los cables televisivos nos hacen ver el mundo con los ojos de sus dueños?

¿Alguien podría imaginar al Che, a Lumumba o a Ho Chi Minh recibiendo las armas del Ejército norteamericano como 'un apoyo táctico circunstancial', 'aprovechando las contradicciones entre las superpotencias' en la lucha 'contra un enemigo común'?

Es cierto que no todos los 'luchadores antiimperialistas', realmente defendieron a sus pueblos y más de un villano y aventurero político buscó el poder con fines muy diferentes. Pero todos los que fueron a gobernar nuestros países con el apoyo o beneplácito del Gobierno del imperio norteamericano han sido los enemigos de sus pueblos, más allá de las obvias diferencias circunstanciales económicas, culturales o geográficas. Si hay banderas que siempre y sin excepción alguna, significaron para los pueblos del mundo las guerras, la miseria y la injusticia, son esas banderas de rayas y estrellas.

La mirada posmoderna, impuesta por los medios, obliga a relativizar lo absoluto y empuja a construir ideas basadas en la nada, ya que está tan de moda ser 'de mente abierta' y entender que 'este mundo no es el de antes'. Gran parte de las construcciones artísticas del sistema hacen recordar el cuento del rey desnudo, su mensaje político es aún más claro: olvidémonos de los términos absolutos y perdámonos entre los matices, así nos aseguraremos de que las causas de las luchas del futuro sean siempre promovidas desde el poder de arriba que controla todo, el mismo poder quedará diluido entre más de mil metáforas de moda y nunca será nombrado.

Así, mientras los activistas sociales siguen discutiendo el número correcto de géneros y los derechos de insectos de 'nuestres hermanes zancudes', los pobres seguirán muriendo de hambre (ahora por las estimaciones más conservadoras un poco más de un millón cada mes), las sanciones económicas criminales condenarán a países enteros a la miseria, la salud seguirá convirtiéndose en un privilegio para la casta de los elegidos y la educación con la cultura continuará mutando en fábricas de ignorancia y ordinariez; mientras tanto en el corazón de Europa, los 'jóvenes radicales de ultraderecha' seguirán destruyendo los monumentos a los vencedores del fascismo y profanando sus tumbas, presentando estos actos casi como unos nuevos 'performances' artísticos en un mundo lleno de libertades, donde todo es relativo y por ende permitido.

Si el siglo pasado no logró generar un referente histórico del bien absoluto, el del mal absoluto sí: el fascismo nazi. Durante varias décadas, entre los países con diferentes sistemas sociales se mantuvo un claro consenso en torno a eso y la memoria de las víctimas del fascismo y el agradecimiento a los soldados que lo combatieron, fueron absolutos. Con el cambio del siglo, el imperio decadente e incapaz de generar y proyectar hacia el futuro nada nuevo, en complicidad con los grandes dueños de las industrias, tecnologías, capitales y medios de comunicación mundiales tomó la decisión de reformatear el mundo que ya no les aseguraba niveles del poder de antes. Los arqueólogos del futuro explicarán a nuestros nietos por qué la terrible pandemia terminó con los primeros disparos de la guerra entre Rusia y la OTAN.

Los grandes capitales del planeta, al igual que hace casi un siglo, unieron su proyecto con la ideología nazi, la que ahora fue adaptada a las sensibilidades de nuevas generaciones, ya no debe ser ni antisemita ni homofóbica ni proclamar la superioridad de la raza aria. Ahora le basta con el anticomunismo (si ese anticomunismo proviene de la 'izquierda democrática' es mejor), la ignorancia y una intolerancia total para cualquier cuestionamiento de fondo o desacuerdo. Su bandera es el 'progreso' donde el rubio supermán alemán es reemplazado por un medio hombre - medio robot del sueño transhumanista, que representará una nueva especie humana de la gente bonita, sana, inteligente, competitiva y tal vez eterna, que tendrá que desplazar de la faz de la Tierra a todos los que sobramos, es decir feos, pobres, enfermos, mortales, mal pensantes y disidentes (los llamados 'impuros' en aquel primer nazismo).

La bandera de Estados Unidos hoy simboliza esta lucha. No es una guerra contra Rusia o Irán o la mismísima China, es una guerra contra la humanidad y nuestra posibilidad de unirnos, abrazarnos, organizarnos y construir para el futuro una sociedad un poco más decente. Las banderas norteamericanas se levantan en todas las trincheras del antihumanismo y con su presencia, lo contaminan todo. No puede haber luchas justas con la complicidad o el apoyo del enemigo de la humanidad. Este enemigo hoy es tan poderoso que cualquier relación con él, en lo más mínimo que sea, abre abismos imposibles de saltar. El otro lado simplemente desaparece. Estados Unidos no tiene ni conoce relaciones con amigos o aliados, que sería algo parecido a la paridad. Esta geometría del poder siempre es vertical y la única forma de relacionarse con ellos es convirtiéndolos en su cómplice, su herramienta o su vasallo. En el mundo hay muchos colores y matices, pero es algo absoluto e inexplicable desde su arte conceptual.

Para buscar las causas justas hay que encontrar las trincheras de enfrente.

El verdadero temor de Australia no es China - Caitlin Johnstone (Dossier 14)

 

El verdadero temor de Australia no es China

Caitlin Johnstone

29 marzo, 2023

https://www.elviejotopo.com/topoexpress/el-verdadero-temor-de-australia-no-es-china/



Como parte de la implacable embestida de los medios de comunicación australianos de propaganda de guerra con China, la Corporación Australiana de Radiodifusión, dirigida por el gobierno, acaba de emitir un mensaje de radio en RN Breakfast sobre los detalles recientemente revelados en relación con el acuerdo de submarinos de propulsión nuclear AUKUS, con dos invitados que son entusiastas partidarios del acuerdo, y presentado por otro entusiasta partidario del acuerdo.

Uno de los invitados, el ex tesorero y ex embajador de Australia en Estados Unidos, Joe Hockey, hizo algunas observaciones interesantes.

«La presentadora Patricia Karvelas preguntó a Hockey: Esto nos vincula a Estados Unidos durante décadas; ¿existe el riesgo de que, como socio menor en este acuerdo, tengamos que hacer lo que Estados Unidos nos diga en futuros compromisos bélicos?»

«Bueno, ya estamos plenamente integrados con el ejército de Estados Unidos, y podría decirse que lo hemos estado durante más de cien años», respondió Hockey. «Somos el único país del mundo que ha luchado codo con codo con ellos en todas las batallas importantes de los últimos cien años. Y ya hoy gran parte de nuestra armada tiene el Sistema de Combate Aegis, que es un sistema de combate estadounidense; nuestros submarinos actuales de la clase Collins utilizan torpedos estadounidenses… y en todos los aspectos importantes, sistemas de comunicaciones e integración, ya tenemos tecnología estadounidense, y estamos integrados con sistemas estadounidenses. Así que no hay nada nuevo en ese sentido».

Esto es cierto; Australia está inseparablemente entrelazada con el ejército estadounidense y en la práctica no es otra cosa que un activo militar y de inteligencia de Estados Unidos en cualquier sentido significativo, hasta el punto de que, según se informa, la marina estadounidense está planeando utilizar el país como una estación submarina de servicio completo para toda la gama de actividades submarinas en la región de Asia-Pacífico.

En una admisión increíblemente descarada de que el gobierno australiano ha cedido totalmente la soberanía de la nación a una potencia extranjera, el viceprimer ministro y secretario de Defensa, Richard Marles, declaró el año pasado que las Fuerzas de Defensa australianas están pasando «de la interoperabilidad a la intercambiabilidad» con las fuerzas armadas estadounidenses, de modo que puedan «operar juntas sin fisuras, a toda velocidad.» https://twitter.com/

Preguntado por los cientos de miles de millones de dólares que este programa de submarinos va a costar a los australianos, Hockey afirmó que «el coste del fracaso es mucho mayor que el coste de la inversión», citando los puertos y rutas marítimas de Australia, que podrían sufrir ataques sin el factor disuasorio de los nuevos submarinos.

Proteger los puertos del socio comercial

Esta afirmación es falsa. Como se ha explicado con humor en la serie de televisión australiana «Utopía», China es la potencia a la que supuestamente se está «disuadiendo» de atacar los puertos y rutas marítimas de Australia, y dado que China es el mayor socio comercial bidireccional de Australia, esto significa que estamos invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en proteger nuestro comercio con China, de China.

En realidad, Australia no se está armando contra China para protegerse de China. Australia se está armando contra China para protegerse de Estados Unidos.

Esta dinámica quedó ilustrada en todo su grotesco esplendor en una presentación realizada en 2019 en el think tank australiano Centre for Independent Studies por el analista político estadounidense John Mearsheimer. En su habitual manera incómodamente brusca, Mearsheimer dijo a su audiencia que Estados Unidos va a hacer todo lo posible para detener el ascenso de China y evitar que se convierta en la potencia dominante de la región, y que Australia debería alinearse con Estados Unidos en esa batalla o, de lo contrario, se enfrentaría a la ira de Washington. https://twitter.com/caitoz/ (video)

«La cuestión que está sobre la mesa es cuál debería ser la política exterior de Australia a la luz del ascenso de China», dijo Mearsheimer. «Les diré lo que yo sugeriría si fuera australiano».

Mearsheimer dijo que China va a seguir creciendo económicamente y convertirá ese poder económico en poder militar para dominar Asia «de la misma manera que Estados Unidos domina el hemisferio occidental», y explicó por qué cree que Estados Unidos y sus aliados tienen toda la capacidad para evitar que eso ocurra.

«Ahora la pregunta es qué significa todo esto para Australia». dijo Mearsheimer.
«Bueno, sin duda están en un dilema. Todo el mundo sabe cuál es el dilema. Y, por cierto, no es el único país de Asia Oriental que se encuentra en este dilema. Ustedes comercian mucho con China, y ese comercio es muy importante para su prosperidad, de eso no hay duda. En cuanto a la seguridad, usted realmente quiere ir con nosotros. Tiene mucho más sentido, ¿verdad? Y entiende que la seguridad es más importante que la prosperidad, porque si no sobrevives, no vas a prosperar.»

«Ahora algunos dicen que hay una alternativa: puedes ir con China», dijo Mearsheimer. «Aquí tienes una alternativa: puedes ir con China y no con Estados Unidos. Hay dos cosas que voy a decir al respecto. Número uno, si vas con China, quieres entender que eres nuestro enemigo. Entonces estás decidiendo convertirte en enemigo de Estados Unidos. Porque de nuevo, estamos hablando de una intensa competencia de seguridad».

«O estás con nosotros o contra nosotros», continuó. «Y si estás comerciando extensamente con China, y eres amigo de China, estás socavando a Estados Unidos en esta competición de seguridad. Desde nuestro punto de vista, estás alimentando a la bestia. Y eso no nos hará felices. Y cuando no estamos contentos no hay que subestimar lo desagradables que podemos llegar a ser. Sólo hay que preguntarle a Fidel Castro».

Las risas nerviosas de la audiencia del think tank australiano puntuaron las observaciones más incendiarias de Mearsheimer. Se sabe que la CIA ha intentado en numerosas ocasiones asesinar a Castro. https://twitter.com/caitoz/

Así que si usted está confundido en cuanto a por qué Australia se está preparando para librar una guerra imposible de ganar contra su principal socio comercial, en contradicción directa con su propia seguridad e intereses económicos, es por eso. Es porque, en última instancia, Australia teme más a Estados Unidos que a China.

En contra de lo que afirma Joe Hockey, Australia no está pagando cientos de miles de millones de dólares para entretejerse aún más en la maquinaria bélica estadounidense porque «el coste del fracaso es mucho mayor que el coste de la inversión».

En realidad, esos cientos de miles de millones de dólares son más bien pagos a la Mafia; estamos dejando que el jefe se moje el pico para que no destroce nuestro negocio y nos rompa las rótulas.

Nadie habla nunca de esto, aunque cualquiera que estudie la política exterior estadounidense sabe que es cierto. Los propagandistas australianos inventan historias sobre lo que China podría hacernos si no seguimos el juego de Washington contra Pekín, pero nunca hablan de lo que Estados Unidos nos haría si no lo hacemos.

Esto se debe a que no quieren que pensemos demasiado en el hecho de que estamos siendo coaccionados por el gobierno más poderoso del mundo a prepararnos para luchar en una guerra de horror insondable bajo la amenaza tácita de infligirnos horrores aún peores si no lo hacemos.

Australia está atrapada entre la espada y la pared, y ambas cosas son culpa de Estados Unidos. Estados Unidos es responsable de urdir todas estas hostilidades entre China y la alianza de potencias occidentales en sus desesperados intentos por asegurarse la hegemonía unipolar, y Estados Unidos es responsable de crear el miedo que sienten otros países al saber qué destino les puede deparar si desobedecen sus dictados.

Estados Unidos es el único responsable de crear una situación en la que nos vemos obligados a elegir entre (A) lanzar a nuestros hijos e hijas al engranaje de una guerra inimaginablemente terrible mientras destruimos nuestra economía y nos arriesgamos a un armagedón nuclear, o (B) enfrentarnos a las represalias y venganzas de un gobierno que es mucho más violento y destructivo que China.

Esta situación completamente intolerable es la razón por la que se está machacando agresivamente a los australianos con propaganda bélica sobre China en estos momentos; si simplemente se nos permitiera consumir información veraz y tener pensamientos normales, ninguna persona sana consentiría nada de esto.

Pero ahí es donde estamos, y no va a mejorar hasta que la gente entienda que eso es lo que está pasando. Tenemos que hablar de esto, y tenemos que ayudar a todo el mundo a comprender la realidad de la situación en la que nos encontramos. A fin de cuentas, la humanidad no tendrá una oportunidad saludable hasta que se haya liberado de los grilletes del imperio estadounidense.

Artículo seleccionado por Carlos Valmaseda para https://slopezarnal.com/miscelanea-19-iii-2023/#more-8314.
Fuente: Consortium News

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