El miercoles 23 de Marzo las autoridades de la UAM Iztapalapa decidieron, a través de la presencia de un grupo de personal de confianza, dar respuesta violenta a las demandas que la comunidad.
Estudiantes organizados junto con los trabajadores habian manifestado desde el mes de marzo en pliego petitorio las preocupaciones en contra de la represión y la violencia tanto al interior de esta casa de estudios como en el resto de nuestro país.
A continuación se preseta el pliego petitorio que a juzgar por las autoridades se contesta no con un diálogo si no con la violencia:
1. Que la unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana, a través del rector como portavoz oficial, se pronuncie contra la militarización que sumerge de facto a nuestro país en un estado de sitio; que se pronuncie enérgicamente contra los feminicidios, contra los homicidio de jóvenes y, en general, contra el terrorismo de estado que, so pretexto del combate al crimen organizado, criminaliza la protesta social y pretende garantizar la “estabilidad social” a través de la represión.
2. Que las decisiones dejen de ser monopolio exclusivo de los funcionarios de la universidad; que las cuestiones que inciden en el desarrollo de la vida universitaria como la definición del presupuesto universitario, la implementación del monedero electrónico, la modificación a los reglamentos de uso de las diferentes áreas de servicio y la solicitud del NIP para el uso de la biblioteca, no entren en vigor sin que se haya discutido ampliamente, garantizando la participación de los diferentes sectores que conformamos la comunidad universitaria.
3. Que responda y resuelva la problemática sobre la falta de acervo en la biblioteca, respetando los acuerdos laborales y abriendo nuevas plazas, que permitan eficientar y actualizar dicho acervo.
4. Que cese la intimidación contra los trabajadores. Se deben detener los constantes acosos contra los compañeros que dignamente defienden su fuente de trabajo; que los supervisores y jefes de departamento asuman los acuerdos pactados sobre el respeto irrestricto de los trabajadores de base, pues en casos como intendencia y cafetería, el hostigamiento es cotidiano.
5. Que se integre y respete la participación estudiantil en los diferentes procesos por los que atraviesa la UAM. Nos referimos a los acuerdos que permiten la inserción de este sector en la modificación a los diferentes planes y programas de estudio. Que se mantenga una discusión permanente incluso de los planes que ya han entrado en operación.
6. Que se respeten los espacios colectivos en la universidad. Cesando el hostigamiento contra quienes hemos hecho de la plaza del estudiante un espacio de reunión y desarrollo de distintas actividades que factibilizan nuestra formación y contribuyen al desarrollo de nuestra vida universitaria; es un derecho la expresión social política y cultural de la comunidad universitaria.
7. Que la ampliación de la cafetería no implique el incremento de los precios de los alimentos y de los productos que se ofrecen en ella y que no se restrinja el acceso ni la cantidad de raciones para la comunidad en virtud del carácter público de la institución.
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