Dossier 1. Para entender lo que está pasando en Palestina

  Contenido: PARTE I. Historia de una resistencia y lucha: 1. Conflicto Israel-Palestina: una breve historia en map...

Los apagones y las funciones sin realizar

Los apagones y las funciones sin realizar

La Jornada (31 enero 2010)

Antonio Gershenson

Los apagones y daños asociados pusieron de manifiesto problemas de más fondo. Al gobierno federal se le hizo fácil extinguir a Luz y Fuerza del Centro (LFC), sin que le importara que una serie de funciones que realizaba no quedarían cubiertas.

Lo que más puso en evidencia la existencia de estos problemas fue la cadena, o la serie de apagones que se iniciaron en la mayoría de los casos el viernes 17 de enero. En algunos casos empezaron antes. Por los más diversos rumbos de la ciudad de México y sus alrededores, empezaron los apagones, que en el mejor de los casos duraron varias horas, y en otros seguían el día siguiente, e incluso más.

Fue evidente la relación entre los fuertes vientos y las fallas que se presentaron. Pero en años anteriores estos vientos no habían causado tanto daño, ni comparación. Fue señalado el hecho de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), oficialmente a cargo de la zona que dejó al descubierto la liquidación de LFC, no había llevado a cabo la labor de poda de ramas en los alrededores de los cables, en especial los de transmisión. Antes, LFC realizaba esa poda, de común acuerdo con las delegaciones en el caso del DF.

La zona central usa para una parte de su transmisión cables –generalmente son tres cables paralelos– que llevan la electricidad a 23 mil voltios. A tensiones de ese nivel y más altos, no se usan los aislantes que conocemos, que envuelven a los cables de tensiones más bajas, esos forros no resisten la alta tensión entre cables, lo que se usa es una separación con aisladores de vidrio o algún otro material resistente y aislante al mismo tiempo, y que mantienen separados a los cables, en especial a los tres que van paralelos, entre sí. Generalmente van a 10 metros de altura. También puede haber problemas si se unen cables de distribución, más bajos.

Las ráfagas de viento pueden trastornar este sistema, sobre todo si hay ramas cercanas que, con el viento, empujan un cable contra el otro. De modo que la falta de cuidado de ramas y árboles puede llevar a accidentes serios, e incluso a la caída de árboles enteros, como sucedió también en este caso.

En una parte amplia de Azcapotzalco, no sólo duró varios días la falta de energía, sino que se afectó seriamente el sistema de agua, cuyo bombeo requiere electricidad, y ésta también faltó. Quienes fueron de parte de la CFE no sabían cómo arreglar las fallas: por ejemplo, sustituían un transformador y luego lo tenían que volver a cambiar porque no regresaba la luz, o regresaba sólo momentáneamente.

También en varias colonias del DF y ciudades y colonias del estado de México, tuvieron problemas durante varios días. Además de los apagones, los cambios de tensión dañaron aparatos domésticos, otros equipos, y unidades del alumbrado público.

En los siguientes días, los apagones se han seguido dando, incluso en colonias relativamente céntricas. Hubo casos incluso en el Paseo de la Reforma.

La CFE no ha continuado obras de las que llevaba a cabo LFC. Además del mencionado asunto de la poda, trabajos de electrificación y otros no se llevan a cabo. Así como lo de la poda se puso en evidencia con los apagones, es difícil saber cuándo sucederá lo mismo con las obras interrumpidas al liquidarse LFC. También faltan equipos y refacciones.

No se trata sólo de lo que no saben hacer los de CFE o de las empresas de fuera que ésta contrató. Hay funcionarios de la CFE que no quieren firmar nada, tal vez para no mostrar que están sustituyendo a LFC y que, por lo tanto, como patrón sustituto, deben asumir sus obligaciones hacia los trabajadores a los que, de hecho, despidieron.

La CFE y las empresas que contrató se dedican, por lo visto, a reparar, a reponer la luz donde se va, y no siempre muy aprisa. En algunos casos cambian cable muy viejo o dañado. Pero no se ve que cumplan otras funciones que llevaba a cabo LFC, necesarias para el mantenimiento de la red y su conservación. Esto implica un deterioro creciente, y por lo mismo un aumento a los riesgos de nuevos apagones y daños a aparatos eléctricos, no sólo de los usuarios sino, como vimos, del sistema de bombeo de agua y otros.

El Metro tiene su propio equipo de mantenimiento. Pero si al Metro le deja de llegar electricidad, pues se para, ya nos ha pasado. Pero se pedía la atención urgente de LFC, y ésta, aunque se tardara unas horas, restablecía la energía. Ahora fue el bombeo de agua en Azcapotzalco. ¿Adónde será la siguiente vez, otra vez sin LFC?

"Este terremoto fue anticipado por otro terremoto político y económico impuesto por Washington"

Democracy Now!

Nos entrevistamos con Kim Ives, corresponsal de Haití Liberté, con quién hemos estado viajando y trabajando durante nuestra estadía en Haití. Lleva muchos años viviendo en Haití, entre viajes al exterior.
Kim, no puedo decir, "bienvenida a Democracy Now!", pues, hemos estado juntas a lo largo de esta visita, pero ¡bienvenida a esta entrevista!


Gracias, Amy.

Platiquemos de esta tremenda catástrofe, esta asolación. Por supuesto se trata de una catástrofe natural, pero ¿nos puedes hablar de cómo cuadra esta catástrofe con la realidad haitiana? El grado de devastación que estamos viendo no sólo tiene que ver con la naturaleza.

No, desde luego. De hecho, este terremoto fue anticipado por un terremoto político y económico, cuyo epicentro se encuentra a 2.000 millas al norte, en Washington, DC, y desde hace 24 años.

Podemos hablar, en primer lugar, de los dos golpes de Estado perpetrados en un período de 13 años, respaldados por Estados Unidos, que impuso regímenes títeres que los haitianos expulsaron del poder. Pero esos golpes de Estado y las ocupaciones militares posteriores por fuerzas extranjeras -prohibidas por la Constitución haitiana- fueron destructivas no sólo para el gobierno y la soberanía nacional, sino también para los gobiernos y asambleas legislativas locales, las alcaldías y las asambleas electorales locales encargadas de elegir un consejo electoral permanente. Nunca se constituyó dicho consejo electoral permanente, sólo existe de forma provisional y por eso Préval, justo antes del terremoto, hacía caso omiso a la democracia pupular imponiendo su propio consejo electoral, el cual aseguraba el dominio de su partido.

Y para dejarlo claro, cuando hablas de los golpes de 1991 y 2004, hay que decir que ambos desembocaron en el despojo y destierro del presidente Jean-Bertrand Aristide.

Es correcto.

Y hablas de la participación de EEUU en esos golpes

Así es. En ambos casos las fuerzas armadas estadounidenses sacaron Aristide de Haití. La primera vez pasó su destierro en Washington y la segunda acabó en Sudáfrica, donde ha pasado los últimos seis años.

Esos terremotos políticos impuestos desde Washington vinieron acompañados de terremotos económicos, las políticas económicas que implementaron cuando expulsaron a Aristide, el cual había manifestado una orientación nacionalista que pretendía construir la autosuficiencia nacional de Haití que rechazaba Estados Unidos. Éste quería que se privatizaran las nueve industrias estatales y que se vendieran a los inversores estadounidenses y extranjeros.

Hace unos 12 años, bajo la primera administración de René Préval, se privatizaron la Minoterie d’Haiti and Ciment d’Haiti y las empresas estatales productoras de harina de trigo y cemento. En cuanto al trigo, en estos momentos tenemos una población hambrienta. Podrías imaginar las posibilidades si el Estado contase con una molina robusta para producir harina, el pueblo tendría pan para comer. Se vendió esa empresa a una compañía de la que Henry Kissinger es miembro de la junta directiva. Y punto, se cerró la empresa. Ahora, Haití no cuenta con una molina de trigo, ni estatal ni privada.

¿Dónde consigue su trigo Haití? Éste es el país mas pobre del hemisferio.

Tiene que importarlo, una buena parte procede de EEUU.

El otro caso -más irónico, Amy- es el de la fábrica de cemento. Se trata de un país cuyos fundamentos geológicos consisten, sobre todo, en la caliza, que es el insumo básico del cemento. Es un país que absolutamente debería y podría tener una empresa productora de cemento, y la tuvo, pero fue privatizada y cerrada apresuradamente. Y comenzaron aprovechando los muelles de la que fue la empresa del cemento para importar el cemento. Así que cuando viajamos por el país y vemos los miles de edifícios de cemento derribados y aplastados, recordamos que se van a necesitar millones de toneladas de cemento, y ahora será necesario importar todo ese cemento en vez de producirlo. Haití bién podría y debería exportar cemento, no importarlo.

Estamos hablando con Kim Ives de Haití Liberté, que acaba de publicar una nueva edición en medio de la catástrofe del terremoto. Hablaste de la compañía del cemento, la molina del trigo y las privatizaciones. Uno de los problemas mas dolorosos para la diáspora haitiana y para las familias en el exterior con seres queridos aquí en Haití es que no han podido averiguar si estan vivos. No se han podido comunicar con ellos.

Así es.

Y eso nos lleva al tema de la compañía de teléfonos


Exacto. Teleco fue la sepultura de las empresas estatales en Haití. Durante el primer golpe de Estado de 1991-1994, los ingresos de Teleco mantuvieron al gobierno exiliado del Presidente Aristide. Y ahora hemos visto que una semana antes del terremoto se privatizó esa compañía. La vendieron a una compañía vietnamita, Viettel. Y si tuviéramos en este país una empresa nacional de teléfonos fuerte y dinámica se habría evitado una gran parte de los problemas de comunicaciones que hay. Pero, al contrario, todas las comunicaciones del país están prácticamente en manos de tres compañías privadas de celulares: Digicel, Voila y Haitel.

Pero alguien podría argumentar que la empresa se privatizó hace una semana porque, por culpa de sus anteriores dueños, era deficiente

Es precisamente lo que sucedió. El gobierno haitiano, bajo el liderazgo de Préval y sus ministros, saboteó y socavó la empresa. Hemos hablado de esto durante estos años. Recuerdo que hace 13 años trajimos aquí a una delegación para hablar con los sindicalistas. Hace mucho tiempo que mantenemos esta lucha contra la privatización. Hablamos con un sindicalista de Teleco, Jean Mabou, un dirigente sindical. Y éste nos llevó a un cuarto lleno de equipos de telecomunicaciones nuevos y modernos. Nos dijo: "tenemos estos equipos y no nos permiten instalarlos. Están socavando la compañía estatal con el propósito de privatizarla".

Y la ironía es que tenemos al lobo cuidando el rebaño. Y de esa manera se socava la propiedad del pueblo en sus propias empresas estatales.

Kim, sabes que por desgracia el mundo sólo presta atención cuando hay catástrofes y ahora la atención del mundo está enfocada en Haití. Comenzaste hablando de los dos golpes contra Aristide. Tal vez puedas hacer un breve resumen de la historia de Haití desde 1804.

Ok, en breve. 1804, la primera y última revolución exitosa de esclavos de la historia, la primera república negra del mundo, la primera nación independiente de América Latina, que se convirtió en piedra angular de todas las demás revoluciones. Y tuvieron que pasar 60 años para que el gobierno de Abraham Lincoln la reconociera, después de la Guerra Civíl.

Luego, en 1915, los marines estadounidenses invadieron el país y se apoderaron del banco central y del gobierno. Se quedaron 19 años, hasta 1934. Después instalaron la Garde d'Haiti, la Guardia de Haití, que operó como un brazo de los marines para rproteger los intereses de Estados Unidos en Haití. La ocupación dió a luz en 1957 a la dictadura de François "Papa Doc" Duvalier, quien legó su título de presidente vitalicio a su hijo, Jean-Claude Duvalier, cuando murió en 1971.

¿Y el papel de EEUU en esa historia?

EEUU siempre respaldó a todos esos gobiernos por razones geopolíticas. Haití constituyó el baluarte principal contra el "expansionismo comunista" procedente de la vecina Cuba. Por eso Estados Unidos sostuvo y apoyó militar y económicamente a los regímenes Duvalier, a pesar de la oposición del pueblo Haitiano.

¿Una cleptocracia? ¿Se enriquecieron los dictadores a costa del empobrecimiento pueblo?

Exacto. Y después, en 1986, se dieron cuenta de que ese modelo estaba creando demasiados "Che Guevaras", demasiadas revoluciones en América Latina y optaron por estas elecciones de fachada para instalar a dirigentes presuntamente más democráticos, pero eran elecciones compradas.

Haití fue el primer país de América Latina que derrotó el esquema electoral promovido por EEUU al elegir para la presidencia a un párroco pobre, Jean Bertrand Aristide. Durante su toma de posesión, el 7 de febrero de 1991, Aristide declaró la segunda independencia de Haití, porque el país quería independizarse del dominio de Estados Unidos y Francia. Y éstos respondieron a los ocho meses con un golpe de Estado. Lo mandaron al destierro. Y así comenzó el terremoto político y económico con el epicentro en Washington y París desde hace 24 años.

Así se perpetró el primer golpe contra Aristide. Lo mantuvieron en exilio durante tres años. Fue durante la administración de George H. W. Bush, pero continuó con la administración Clinton.

A propósito, uno de los compromisos principales de Aristide al llegar a la presidencia fue aumentar el salario mínimo.

Los oyentes de Democracy Now! recordarán la segunda vez que Aristide fue elegido, en 2004, y secuestrado casi de inmediato por las fuerzas armadas y de inteligencia de EEUU, pues acompañé a una delegación a la República Centroafricana, adonde botaron y prácticamente dejaron presos al presidente y Mildred Aristide. Y Maxine Waters, congresista de Los Ángeles, y Randall Robinson, fundador de la organización TransÁfrica, fueron a recoger a los Aristide de la República Centroafricana para traerlos a Jamaica. Finalmente acabaron en Sudáfrica, donde residen en la actualidad. No pudieron regresar a Haití debido a la presión de los funcionarios de Estados Unidos. Los cacilleres de la época, Colin Powell y Condoleezza Rice afirmaron que Aristide no podía regresar a este hemisferio.

Desde su exilio en Sudáfrica, el Presidente Aristide declaró en una rueda de prensa que quiere regresar a Haití. He planteado esa inquietud a varias personas aquí en Haití. En Washington, el presidente Obama designó inmediatamente a los ex presidentes Clinton y Bush para dirigir el esfuerzo humanitario, afirmando que sus medidas no son partidistas. Entonces, ya surge la inquietud con respecto al retorno de Aristide. Estados Unidos controla el aeropuerto. El presidente Préval cedió el control sobre el aeropuerto a EEUU. Pero Aristide ha pedido regresar. ¿Qué opinás de la imagen -por no hablar de los recursos- de los dos presidentes afirmando que el desastre rebasa las diferencias políticas y que hay que reconstruir el país?


Bueno, es el punto exacto. Ayer estuve frente al hospital general, donde vi los horrores, hablando con una multitud en la esquina, y surgió este mismo punto. ¿Por qué no puede regresar el Presidente Aristide? Él quiere. Así lo dijo. Pero el gobierno no ha renovado su pasaporte diplomático, que ya venció. No le han otorgado un salvaconducto para regresar al país. Es lo único que hace falta.

Si el gobierno de Barack Obama o cualquier otro realmente estuviera dispuesto a apoyarnos, tal vez mejor que todos los C-130 con sus cargamentos, no solamente de alimentos y ayuda médica, sino también de montones de fusiles, podrían mandar un avión a Sudáfrica para recoger a Aristide y traerlo. Sería un gesto que crearía una onda expansiva, un contra-terremoto de esperanza y orgullo popular que podría restituir la fuerza moral que el pueblo necesita para superar esta crísis.

Bueno, Kim Ives, quiero darte las gracias por estar con nosotros, y hacer una pregunta más, y se refiere a las organizaciones populares en este país. ¿Quién tiene el poder aquí? ¿Cómo se organiza el pueblo? En ese aspecto, se plantea constantemente el tema de la seguridad para justificar por qué no sale la ayuda del área del aeropuerto -donde esta almacenada- para que llegue a las comunidades. La ONU, por ejemplo, ha manifestado que no llegará hasta Léogâne, el epicentro del terremoto, hasta que se garantice la seguridad de esa zona.


Es el meollo del asunto. La seguridad es un pretexto. Vemos en todas partes de Haití que la población se organiza en comités populares para limpiar, sacar los cadáveres de los escombros, construir campamentos de refugiados, establecer seguridad para los campamentos de refugiados. Ésta es una población que es autosuficiente, y lo ha sido desde hace muchos años.

Pero no pueden serlo cuando llega grupo de marines con sus M-16 y empiezan por gritarles. El escenario enfrente del hospital general ayer lo decía todo. Las personas entraban y salían del hospital para llevar comida a los suyos o porque necesitaban asistencia y un grupo de soldados de la brigada 82 aerotransportada, apostados frente al hospital, gritaba en inglés a la multitud. No sabían lo que hacían. Creaban más caos en vez de disminuirlo. Habría sido cómico si no fuera trágico.

No tenían que estar allí. Claro, si hubiera un ejército de pandilleros atacando a la gente -que no es el caso aquí- quizás habría que traer a esa gente. Pero ahora el pueblo no necesita marines, necesita medicinas. Esa situación resume lo esencial. Es lo mismo que hicieron tras el huracán Katrina. Son las víctimas quienes les dan miedo, son "otros", son los negros que que llevaron a cabo la única revolución exitosa de esclavos en la historia. ¿Qué les puede inspirar mas pavor?

¿Y las organizaciones comunitarias que existen aquí?

Ah sí, las organizaciones comunitarias, ya lo vimos la otra noche en la comunidad de Matthew 25, donde nos estamos hospedando. Un cargamento de alimentos llegó durante la noche sin preaviso. Se podía haber producido una batalla campal. Sin embargo, se comunicó con la organización popular local, Pity Drop, que movlizó a sus militantes de inmediato. Salieron a establecer un perímetro y un cordón de seguridad. Formaron una fila con las 600 personas acampadas en la cancha de fútbol detrás de la casa, que también es un hospital, y repartieron la comida de forma ordenada y equitativa. Fueron completamente capaces. No necesitan a los marines. No necesitan a la ONU. No necesitan ninguna de esas cosas que los medios, Hillary Clinton y los cancilleres extranjeros nos aseguran que necesitan. Esas son cosas que el pueblo haitiano puede hacer por sí mismo y está haciendo para sí mismo.

Muchas gracias, Kim Ives.

Kim Ives escribe para Haiti Liberté.

Traducido por Michael Friedman

Fuente:
http://www.democracynow.org/2010/1/20/journalist_kim_ives_on_how_decades

Enviamos médicos y no soldados

Reflexiones de Fidel

En la Reflexión del 14 de enero, dos días después de la catástrofe de Haití que destruyó ese hermano y vecino país, escribí: “Cuba, a pesar de ser un país pobre y bloqueado, desde hace años viene cooperando con el pueblo haitiano. Alrededor de 400 médicos y especialistas de la salud prestan cooperación gratuita al pueblo haitiano. En 127 de las 137 comunas del país laboran todos los días nuestros médicos. Por otro lado, no menos de 400 jóvenes haitianos se han formado como médicos en nuestra Patria. Trabajarán ahora con el refuerzo de médicos nuestros que viajaron ayer para salvar vidas en esta crítica situación. Pueden movilizarse, por lo tanto, sin especial esfuerzo, hasta mil médicos y especialistas de la salud que ya están casi todos allí y dispuestos a cooperar con cualquier otro Estado que desee salvar vidas haitianas y rehabilitar heridos.”

“La situación es difícil -nos comunicó la jefa de la Brigada Médica Cubana- pero hemos comenzado ya a salvar vidas.”

Hora tras hora, de día y de noche, en las pocas instalaciones que quedaron en pie, en casas de campaña o en parques y lugares abiertos, por temor de la población a nuevos temblores, los profesionales cubanos de la salud comenzaron a laborar sin descanso.

La situación era más grave que lo imaginado inicialmente. Decenas de miles de heridos clamaban por auxilio en las calles de Puerto Príncipe, y un número incalculable de personas yacían, vivas o muertas, bajo las ruinas de barro o adobe con que habían sido construidas las viviendas de la inmensa mayoría de la población. Edificios, incluso más sólidos, se derrumbaron. Fue necesario además localizar, en medio de los barrios destruidos, a los médicos haitianos graduados de la ELAM, muchos de los cuales fueron afectados directa o indirectamente por la tragedia.

Funcionarios de Naciones Unidas quedaron atrapados en varios de sus albergues y se perdieron decenas de vidas, incluidos varios de los jefes de la MINUSTAH, una fuerza de Naciones Unidas, y se desconocía el destino de cientos de otros miembros de su personal.

El Palacio Presidencial de Haití se derrumbó. Muchas instalaciones públicas, incluso varias de carácter hospitalario, quedaron en ruinas.

La catástrofe conmovió al mundo, que pudo presenciar lo que estaba ocurriendo a través de las imágenes de los principales canales internacionales de televisión. De todas partes, los gobiernos anunciaron el envío de expertos en rescate, alimentos, medicinas, equipos y otros recursos.

De conformidad con la posición pública formulada por Cuba, personal médico de otras nacionalidades, como españoles, mexicanos, colombianos y de otros países, laboró arduamente junto a nuestros médicos en instalaciones que habíamos improvisado. Organizaciones como la OPS y países amigos como Venezuela y de otras naciones suministraron medicamentos y variados recursos. Una ausencia total de protagonismo y chovinismo caracterizó la conducta intachable de los profesionales cubanos y sus dirigentes.

Cuba, al igual que lo ha hecho en situaciones similares, como cuando el Huracán Katrina causó grandes estragos en la ciudad de Nueva Orleáns y puso en peligro la vida de miles de norteamericanos, ofreció el envío de una brigada médica completa para cooperar con el pueblo de Estados Unidos, un país que, como se conoce, posee inmensos recursos, pero lo que se necesitaba en ese instante eran médicos entrenados y equipados para salvar vidas. Por su ubicación geográfica, más de mil médicos de la Brigada “Henry Reeve” estaban organizados y listos con los medicamentos y equipos pertinentes para partir a cualquier hora del día o de la noche hacia esa ciudad norteamericana. Por nuestra mente no pasó siquiera la idea de que el Presidente de esa nación rechazara la oferta y permitiera que un número de norteamericanos que podían salvarse perdieran la vida. El error de ese Gobierno tal vez consistió en su incapacidad para comprender que el pueblo de Cuba no ve en el pueblo norteamericano un enemigo, ni como culpable de las agresiones que ha sufrido nuestra Patria.

Tampoco aquel Gobierno fue capaz de comprender que nuestro país no necesita mendigar favores o perdones de quienes durante medio siglo han tratado inútilmente de ponernos de rodillas.

Nuestro país, igualmente en el caso de Haití, accedió de inmediato a las solicitudes de sobrevuelo en la región oriental de Cuba y a otras facilidades que requerían las autoridades de Estados Unidos para prestar asistencia lo más rápidamente posible a los ciudadanos norteamericanos y haitianos afectados por el terremoto.

Estas normas han caracterizado la conducta ética de nuestro pueblo que, unido a su ecuanimidad y firmeza, han sido los rasgos permanentes de nuestra política exterior. Eso lo conocen bien cuantos han sido adversarios nuestros en la esfera internacional.

Cuba defenderá firmemente el criterio de que la tragedia que ha tenido lugar en Haití, la nación más pobre del hemisferio occidental, constituye un reto a los países más ricos y poderosos de la comunidad internacional.

Haití es un producto neto del sistema colonial, capitalista imperialista impuesto al mundo. Tanto la esclavitud en Haití como su ulterior pobreza fueron impuestas desde el exterior. El terrible sismo se produce después de la Cumbre de Copenhague, donde fueron pisoteados los derechos más elementales de 192 Estados que forman parte de la Organización de Naciones Unidas.

Tras la tragedia, se ha desatado en Haití una competencia por la adopción precipitada e ilegal de niños y niñas, que obligó a que la UNICEF tomara medidas preventivas contra el desarraigo de muchos niños, que despojaría a familiares allegados de tales derechos.

El número de víctimas mortales sobrepasa ya las cien mil personas. Una elevada cifra de ciudadanos ha perdido brazos o piernas, o ha sufrido fracturas que requieren rehabilitación para el trabajo o el desenvolvimiento de sus vidas.

El 80% del país debe ser reconstruido y crear una economía suficientemente desarrollada para satisfacer las necesidades en la medida de sus capacidades productivas. La reconstrucción de Europa o Japón, a partir de la capacidad productiva y el nivel técnico de la población, era una tarea relativamente sencilla en comparación con el esfuerzo a realizar en Haití. Allí, como en gran parte de África y en otras áreas del Tercer Mundo, es indispensable crear las condiciones para un desarrollo sostenible. En solo 40 años la humanidad tendrá más de 9 mil millones de habitantes, y enfrenta el reto de un cambio climático que los científicos aceptan como una realidad inevitable.

En medio de la tragedia haitiana, sin que nadie sepa cómo y por qué, miles de soldados de las unidades de infantería de marina de Estados Unidos, tropas aerotransportadas de la 82 División y otras fuerzas militares han ocupado el territorio de Haití. Peor aún, ni la Organización de Naciones Unidas, ni el Gobierno de Estados Unidos han ofrecido una explicación a la opinión pública mundial de estos movimientos de fuerzas.

Varios Gobiernos se quejan de que sus medios aéreos no han podido aterrizar y transportar los recursos humanos y técnicos enviados a Haití.

Diversos países anuncian, por su parte, el envío adicional de soldados y equipos militares. Tales hechos, desde mi punto de vista, contribuirían a caotizar y complicar la cooperación internacional, ya de por sí compleja. Es necesario discutir seriamente el tema y asignar a la Organización de Naciones Unidas el papel rector que le corresponde en este delicado asunto.

Nuestro país cumple una tarea estrictamente humanitaria. En la medida de sus posibilidades contribuirá con los recursos humanos y materiales que estén a su alcance. La voluntad de nuestro pueblo, orgulloso de sus médicos y cooperantes en actividades vitales, es grande y estará a la altura de las circunstancias.

Cualquier cooperación importante que se ofrezca a nuestro país no será rechazada, pero su aceptación estará subordinada por entero a la importancia y trascendencia de la ayuda que se requiera de los recursos humanos de nuestra Patria.

Es justo consignar que, hasta este instante, nuestros modestos medios aéreos y los importantes recursos humanos que Cuba ha puesto a la disposición del pueblo haitiano no han tenido dificultad alguna en llegar a su destino.

¡Enviamos médicos y no soldados!

Fidel Castro Ruz
Enero 23 de 2010
5 y 30 p.m.

Advierten sobre posible represión contra el SME

Publicado hoy, en el diario La Jornada (Correo Ilustrado)

Alerta: El gobierno con una mano ofrece "diálogo" y con la otra prepara la represión contra el SME.

Desde la toma de las instalaciones, el gobierno ha preparando la represión como "solución final" a la rebeldía de los trabajadores electricistas. Así lo muestra la actitud provocadora del secretario del Trabajo contra los trabajadores.

En los días recientes, ha sido más evidente: el rechazo de la Secretaría de Gobernación a discutir frente a los cinco "notables"; la campaña responsabilizando al SME por los apagones; la acusación de sabotaje contra los trabajadores de la termoeléctrica de Lechería por haberse opuesto a que fuera saqueada por policías; y la campaña de los medios, anuncian la existencia de órdenes de aprehensión contra compañeros del movimiento.

A esto se suma el señalamiento policiaco contra Martín Esparza (secretario general), Humberto Montes de Oca (secretario del interior), Fernando Amezcua (secretario del exterior) y Mario Benítez (representante suplente de Agencias Foráneas). Es de suponerse que se está preparando un montaje que "justifique" ante la opinión pública sus detenciones. No olvidamos Atenco.

Cerremos filas con los electricistas. Acudamos a las movilizaciones para refrendar el respaldo masivo al SME y el repudio a cualquier acto represivo en su contra.

En las manos de todos está evitar la represión y lograr la solución justa del problema generado por el propio gobierno.

Movimiento de Liberación Nacional, Partido del Trabajo, UNTyPP, Sec. 10-CNTE, Organización Nacional del Poder Popular (ONPP), SUTIEMS, Corriente En Lucha, Movimiento Revolucionario del Pueblo, CEN-CNTE-SNTE Seccs. XVIII y III, CGH-Ho Chi Minh-UNAM, PPT, MUP, trabajadores del STUNAM, PRT-DF-Sec. 10 SNTE, FDI, CC-DF, CCOM, FNJEP.

EL GOBIERNO MIENTE : Al pueblo nos hunde en la miseria, mientras los ricos se hacen más ricos ¡YA BASTA!

El gobierno nos lleva al hambre a millones de mexicanos. Con los aumentos de impuestos, de precios a la gasolina, al gas, al agua, a los alimentos, al transporte. Con una política que deja sin empleo a más de 2.5 millones de mexicanos, sin educación a más de 10 millones de jóvenes y sin servicios médicos a otros tantos. Hoy casi 55 millones de mexicanos están en estado de pobreza (54.8 millones de acuerdo a datos oficiales del Banco Mundial, la realidad debe ser mucho más cruda).

Al pueblo se nos pide sacrificio, que porque el “boquete fiscal”, que porque “la crisis”, que para “atraer capitales”. El gobierno insiste en decir que “no hay dinero” y miente. Sí hay dinero, el problema es que todo es para los más ricos, para los de abajo nada. A los más ricos dueños de grandes empresas nacionales y extranjeras se les entrega en bandeja de plata todo, desde bancos hasta recursos naturales. Para ellos el paraíso fiscal, permitiendo transacciones millonarias libres de impuestos (la más reciente: la compra-venta del duopolio cervecero FEMSA por 7 mil 347 millones de dólares). Y ellos sí obtienen jugosas ganancias (por sólo citar un ejemplo los banqueros obtuvieron ganancias por 32 mil 388 millones de pesos sólo en el primer semestre de 2009), aún en crisis se siguen enriqueciendo a costa del trabajo y el sacrificio de millones de mexicanos.

Esa misma política es la que está detrás de la extinción de la Luz y Fuerza del Centro (LyFC), decretada por el gobierno tras la toma armada de nuestros centros de trabajo. El objetivo es continuar con la entrega de la industria eléctrica a un puñado de trasnacionales que ya se han venido apropiando de ella (40% de la generación de energía eléctrica ya está en manos privadas).

Por eso la impresionante y millonaria campaña en los medios de comunicación buscando desprestigiarnos. Se trata de evitar una respuesta popular ante la brutalidad sin límites de un gobierno que es capaz de dejar sin trabajo de un día para otro a 44 mil trabajadores en medio de una crisis económica sin precedente. Hemos sido calumniados y atacados porque representamos un obstáculo a la privatización de la electricidad y porque frente a la política oficial de incremento de las tarifas para los hogares y grandes descuentos a los industriales, nosotros planteamos el establecimiento de una tarifa social para que pagara menos el que menos tiene.

Por eso de un día para otro nos cambiaron la vida, arrebatándonos nuestro trabajo y echándonos a la calle.

Por eso ahora quieren responsabilizarnos del sinnúmero de fallas que se han presentado en el servicio desde que nos arrebataron nuestro trabajo. Buscan justificarse porque prometieron un mejor servicio y hoy el pueblo se está dando cuenta del engaño. No hay que olvidar que en el norte y el sur del país han proliferado las quejas por el pésimo servicio y las cuotas desproporcionadas que cobra el gobierno a través de CFE y que han llevando a millones de familias a la disyuntiva de comer o pagar la luz cada mes.

Porque alertamos a la población de que el gobierno ya prepara el siguiente golpe contra todos los trabajadores, reformando la Ley Federal del Trabajo para hacer pedazos el derecho a huelga obligarnos a trabajar sin contratos colectivos, en las peores condiciones y sin forma de defendernos.

Porque denunciamos que los de arriba no tienen llenadero, son un barril sin fondo y no les basta lo que ya nos han quitado. Lo quieren todo. Si no paramos este golpe, seguirán avanzando con la privatización del petróleo, del agua y de los servicios de salud.

El déspota provocador secretario del trabajo, Javier Lozano, se esfuerza en preparar el terreno para reprimirnos, con la ayuda de las televisoras y de muchos otros medios. Sus amenazas no nos amedrentan, seguiremos luchando y seguiremos movilizándonos.

¡Que no te engañen sus campañas de desprestigio! No somos saboteadores ni agresores, somos trabajadores que podemos y queremos echar a andar el equipo y la maquinaria de LyFC, a pesar de lo obsoleta que está, para que tú tengas un buen servicio eléctrico y nosotros recuperemos nuestro trabajo.

Juntos todos tenemos que detenerlos. ¡Ya basta de sacrificios de millones de trabajadores! ¡Ya basta de privilegios al puñado de los más ricos! ¡No mas aumentos de precios! ¡Aumento de salarios para todos!

TODOS A LA MARCHA
el 29 de enero, 4 pm, del Ángel de la independencia a Los Pinos
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NO PAGUES LUZ



Aclaración de Mario Benítez sobre notas de La Jornada

Correo Ilustrado / La Jornada, martes 19 de enero de 2010.

Aclara El Gato Benítez notas sobre enfrentamiento entre electricistas

La semana que dio comienzo el lunes 4 de enero, el SME reinició las actividades para revertir la continua campaña de la mayoría de los medios en su contra, explicar las razones de su movimiento y convocar a la lucha para defender los derechos de todos. Recorrimos diversas colonias y unidades habitacionales, realizando múltiples mítines y reuniones de discusión con la población.

Como miembro del SME –soy trabajador electricista desde hace más de 25 años–, participé en dichas movilizaciones, como lo he hecho en general en las asambleas, mítines y marchas realizadas desde el 11 de octubre pasado, cuando con base en un sinnúmero de mentiras, el gobierno decretó la extinción de la Luz y Fuerza del Centro, de nuestro sindicato, de nuestros empleos y de todos nuestros derechos. Al igual que muchos otros compañeros, hemos procurado que toda nuestra rabia y nuestra dignidad se traduzcan en una resistencia tenaz, pero responsable, capaz de sortear las provocaciones del gobierno y los suyos.

De modo que no pudieron menos que sorprenderme las notas publicadas por este diario el 7 y 9 de enero, donde se informa de los hechos ocurridos el 6 de enero. Cito a continuación las partes donde se me involucra:

“El choque ocurrió luego de que el grupo de Esparza, con el viejo activista de la UNAM Mario El Gato Benítez a la cabeza, se presentó frente al local donde estaban los disidentes” (La Jornada, 7 de enero/ Alma E. Muñoz y Claudia Álvarez). “Tras un mitin allí, los electricistas, con Mario El Gato Benítez, regresaron al lugar y entonces se suscitó el enfrentamiento” (La Jornada, 9 de enero/ Alma E. Muñoz y Carolina Gómez Mena).

Resultan más o menos evidentes las consecuencias de un señalamiento como éste, en un momento en que el gobierno se prepara para reprimir nuestro movimiento. Y resulta también que ambas notas faltan a la verdad en lo que sugieren, particularmente en el incidente ocurrido afuera del local en que se realizaba la reunión convocada por los esquiroles, ya que los compañeros que allí se movilizaron pueden dar cuenta de que al desatarse la provocación, varios nos abocamos a llamar insistentemente a evitar el enfrentamiento y a retirarnos del lugar. Si acaso hubiera videos fidedignos, sin montajes, de lo allí ocurrido, podrá constatarse lo que aquí he dicho.

Ante un gobierno soberbio con los trabajadores y sumiso con el capital, que ha decidido dar un vuelco a nuestras vidas, arrebatándonos el trabajo, liquidando nuestro sindicato y subastando la industria eléctrica nacional, los trabajadores necesitamos responder con firmeza. Pero sabemos bien la importancia de hacerlo con serenidad.

Mario Benítez Chávez

CONVOCAMOS a estudiantes a participar como asesores en el CURSO GRATUITO PARA PREPARAR EL EXAMEN DE INGRESO AL BACHILLERATO 2010

El gobierno y las autoridades universitarias lucran con la necesidad de la juventud de acceder al bachillerato haciendo de la educación un negocio. Ejemplo de esto es la cantidad excesiva de dinero que año con año le deja al CENEVAL el cobro a los aspirantes que presentan el examen único o el jugosísimo negocio que para escuelas privadas e instituciones representa el impartir los cursos para preparar el examen en los que cobran desde $1000 y hasta $5000 por alumno.


Ante este lucro desenfrenado, lo excluyente e injusto del proceso y sobre todo en un intento por devolverle a nuestro pueblo (que es el que sostiene la Educación Pública mediante el pago de impuestos) un poco de lo que nos ha brindado, un grupo de universitarios hemos impartido por seis años consecutivos un curso para ayudar a alumnos de secundaria que no pueden pagar un curso a prepararse para enfrentar esta prueba.


Por eso invitamos a todos los estudiantes de bachillerato y licenciatura así como a profesores de todos los niveles a participar, dando asesorías de las materias de:


ESPAÑOL, HABILIDAD VERBAL, MATEMÁTICAS, HABILIDAD MATEMÁTICA, HISTORIA, TALLER DE HISTORIA, GEOGRAFÍA, QUÍMICA, BIOLOGÍA, FÍSICA.


El curso inicia el sábado 6 de Febrero con un examen diagnóstico y terminamos el 12 de Junio, se imparte de 8 am a 2:30 pm en las instalaciones del CCH-Oriente


La próxima reunión de información y coordinación de asesores será el 20 de Enero a las 13:00 horas en el Café-oriente (CCH-Oriente)


¡Por que la educación es un derecho no un privilegio y solo en nuestras manos esta hacerlo realidad!


para mayores informes: cursodeoriente@yahoo.com.mx

o a los teléfonos 55 29 67 16 04 y 55 13 22 58 90


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