Norma Páez
25 Feb 2011
http://porlalibertadexpresion.blogspot.com
Los primeros augurios de la desaparición del Instituto Nacional de Antropología e Historia, los vimos expresados cuando comenzaron a cerrarse las librerías, cuando los que tuvieron la oportunidad de irse por los famosos retiros voluntarios y se fueron, hoy es más evidente con el retraso de las partidas presupuestales a los proyectos que se desarrollan en los diferentes centros que integran el INAH, centros de investigación y docencia para la protección de nuestra MEMORIA.
25 Feb 2011
http://porlalibertadexpresion.blogspot.com
Los primeros augurios de la desaparición del Instituto Nacional de Antropología e Historia, los vimos expresados cuando comenzaron a cerrarse las librerías, cuando los que tuvieron la oportunidad de irse por los famosos retiros voluntarios y se fueron, hoy es más evidente con el retraso de las partidas presupuestales a los proyectos que se desarrollan en los diferentes centros que integran el INAH, centros de investigación y docencia para la protección de nuestra MEMORIA.
Con la entrada de la Policía Federal Preventiva se está militarizando una institución dedicada a la protección del patrimonio cultural, a la investigación y divulgación del conocimiento, divulgación que es cada vez más necesaria para comenzar la transformación de un país en ruinas, no digamos en llamas porque las cenizas es lo que cubre a este paisito de los pedos y que dirigen las mierdas grandes. MÉXICO es un país en ruinas, devastado, porque como sea, la salida a tantos conflictos no se vislumbra, la posibilidad de que pueda salvarse aquello que aún tiene vida, no se ve.
La primera auditoría se le tendría que hacer a Felipe Calderón Hinojosa y su gobierno, haber pagado cientos de miles de pesos para el show bicentenario da mucho que pensar, mucho que sospechar cuando la incidencia no fue real. El show bicentenario sirvió para que Felipe Calderón se embriagara y para que Margarita Zavala presumiera su traje hecho a mano y que le costó, ¿cuánto fue el total? Es necesario, también, una auditoría crítica para aquellos que despilfarran las partidas presupuestales, pero también para aquellos que ejercen el poder sin comprender que el poder que se les otorga es para representar los intereses de las comunidades académicas y de los mexicanos, quienes no reciben el conocimiento que en estos centros se genera. Hemos dejado que el conocimiento esté en manos de unos cuantos, cuando pagamos impuestos.
Como institución en cada centro nos hemos encontrado divididos, fragmentados como comunidad, división que vulnera nuestros derechos y libertades. La rivalidad, la envidia, el revanchismo, la discriminación, la intolerancia, el autoritarismo se ha incrustado en cada centro, por eso la embestida de Felipe Calderón Hinojosa y del secretario de Educación Pública Alonso Lujambio al permitir que entre un cuerpo que se ha caracterizado por la violación a los derechos humanos, es una estrategia funcional para ellos.
La primera auditoría se le tendría que hacer a Felipe Calderón Hinojosa y su gobierno, haber pagado cientos de miles de pesos para el show bicentenario da mucho que pensar, mucho que sospechar cuando la incidencia no fue real. El show bicentenario sirvió para que Felipe Calderón se embriagara y para que Margarita Zavala presumiera su traje hecho a mano y que le costó, ¿cuánto fue el total? Es necesario, también, una auditoría crítica para aquellos que despilfarran las partidas presupuestales, pero también para aquellos que ejercen el poder sin comprender que el poder que se les otorga es para representar los intereses de las comunidades académicas y de los mexicanos, quienes no reciben el conocimiento que en estos centros se genera. Hemos dejado que el conocimiento esté en manos de unos cuantos, cuando pagamos impuestos.
Como institución en cada centro nos hemos encontrado divididos, fragmentados como comunidad, división que vulnera nuestros derechos y libertades. La rivalidad, la envidia, el revanchismo, la discriminación, la intolerancia, el autoritarismo se ha incrustado en cada centro, por eso la embestida de Felipe Calderón Hinojosa y del secretario de Educación Pública Alonso Lujambio al permitir que entre un cuerpo que se ha caracterizado por la violación a los derechos humanos, es una estrategia funcional para ellos.
Es cierto, le quedan dos años de gobierno, tiempo para saquear lo poco que le queda a este México en ruinas, ¿a cuánto va a vender, Felipe, la zona arqueológica de Teotihuacan?
Exijo que haya la creación de plazas de investigación y docencia para dar continuidad con los objetivos que se propusieron los que fundaron el INAH.
Exijo que haya la creación de plazas de investigación y docencia para dar continuidad con los objetivos que se propusieron los que fundaron el INAH.
Investigadores que han y hemos estado trabajando como tales, sin recibir un salario digno, sin prestaciones y con la certidumbre de que nuestras aportaciones como trabajadores, en cualquier momento se vayan a la cañería por la desvalorización que la misma sociedad ha tenido para las ciencias sociales y, nosotros que realizamos investigación con el nombre de becarios, modalidad que le conviene a unos cuantos, para mantenernos con salarios de 6000 pesos al mes, luchamos con ética por un lugar para seguir aportando a la sociedad con nuestras capacidades y nuestro conocimiento.
El cuerpo académico-docente y administrativo se ha ido adelgazando, con el despido injustificado o el congelamiento de plazas que lejos de promover un trabajo bien hecho, promueve la vulnerabilidad de esta institución.
A las autoridades del INAH, a los Administrativos y a todos aquellos que se interesen por salvar lo que por derecho nos pertenece, como ciudadanos y trabajadores, al ser beneficiarios del conocimiento que conduce o debería llegar a nuestras manos para la transformación de nuestro país muerto, los invito a que las acciones no sean separadas por las categorías, sino que sea una acción en conjunta y respetuosa para salvar nuestro patrimonio.
El cuerpo académico-docente y administrativo se ha ido adelgazando, con el despido injustificado o el congelamiento de plazas que lejos de promover un trabajo bien hecho, promueve la vulnerabilidad de esta institución.
A las autoridades del INAH, a los Administrativos y a todos aquellos que se interesen por salvar lo que por derecho nos pertenece, como ciudadanos y trabajadores, al ser beneficiarios del conocimiento que conduce o debería llegar a nuestras manos para la transformación de nuestro país muerto, los invito a que las acciones no sean separadas por las categorías, sino que sea una acción en conjunta y respetuosa para salvar nuestro patrimonio.
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