Dossier 1. Para entender lo que está pasando en Palestina

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Volante repartido por profesores adjuntos y estudiantes de la Facultad de Economía

La visita de Francisco Labastida y la negligencia de las autoridades de la Facultad de Economía


Biblioteca cerrada... un acto de provocación contra los trabajadores


Leonardo Lomelí tiene casí un año como director de la Facultad de Economía, y ha sido incapaz de resolver muchos de los problemas fundamentales que como comunidad tenemos. Ni siquiera ha avanzando en lo que se comprometió públicamente: mejorar las condiciones materiales de estudio de los alumnos y una administración “transparente”, donde informaciones como el presupuesto y el banco de horas para la contratación del personal estén a disposición de todos.


En las últimas semanas no sólo hemos visto que las promesas de Lomelí son palabra muerta, sino que ahora avanza por el sendero de la negligencia, el abandono de la Facultad y el despotismo, mientras promueve su imagen pública en cuanto foro o seminario puede moderar. El pasado 8 de marzo, día feriado para el sindicato por ser día internacional de la mujer, la dirección no quiso pagar horas extra a los trabajadores de base, y montando una verdadera provocación, intentó abrir la biblioteca con personal de confianza, violando el Contrato Colectivo de Trabajo del STUNAM. Pero la dignidad de los trabajadores fue más grande, e impidieron que se cometiera este atropello contra sus derechos. ¡Mil pesos más en total era lo que las autoridades debían pagar de horas extras para mantener abierta la biblioteca! El resultado de este acto mezquino: que cientos de alumnos y profesores fuéramos impedidos de hacer uso de la biblioteca.


Para Francisco Labastida... un digno acto de desagravio


Para la comunidad, promesas incumplidas, negligencia y provocación. Pero para personajes negros de la historia de nuestro país, como Francisco Labastida, todas las atenciones institucionales y el “bombo y platillo” de los actos proselitistas del priísmo. El pasado 9 de marzo fue convocado un acto en el auditorio Narciso Basolss de nuestra Facultad, donde el senador priísta, Francisco Labastida, presentaría la propuesta hacendaria de su partido frente a priístas traídos de varios estados del país. Labastida no es un político cualquiera. Este personaje ha sido y es una pieza fundamental del engranaje político-económico que tiene hoy, a nuestro país, en esta humillante situación de devastación económica y descomposición social. Entreguista y privatizador como pocos, en 1999 como Secretario de Gobernación pugnó al lado de Zedillo por la privatización de la UNAM; miles de estudiantes tuvieron que estallar una larga huelga para impedirlo. También fue cómplice de la represión a los movimientos indígenas y sociales y de la creación del la polícia militarizada, PFP.


Como candidato del PRI en 1999 fue protagonista de uno de los desfalcos más grandes a PEMEX, cuando el entonces director de la paraestatal Rogelio Montemayor y el aún lider del sindicato Romero Dechamps transfirieron cerca de 50 millones de dólares para su campaña, en lo que se conoce como el PEMEX-gate. Hoy, disfrazando su entreguismo de “modernización”, Labastida, en su calidad de presidente de la Comisión de Energía del Senado, encabeza la privatización total de PEMEX. Dice que debemos hacer producir los yacimientos “maduros” de petróleo, pero con sus “contratos incentivados” se está dando cancha libre a las grandes trasnacionales norteamericanas para que se apropien directamente de uno de los recursos estratégicos que aún tenemos como nación, el petróleo. Al presidir dicha comisión es cómplice del proceso de privatización de la industria eléctrica, en donde las transnacionales privadas producen cerca del 50% de la energía a nivel nacional y cobran mayores tarifas a los usuarios finales.



Por ejemplos del sucio historial de este dinosaurio priísta no podríamos parar. El acto de desagravio realizado por un conjunto de estudiantes, profesores y trabajadores de nuestra Facultad contra la presencia de Francisco Labastida, no se trató, ni mucho menos, de un intento de censura a las ideas, como pretende hacer creer la autoridad. ¡Que no se muerdan la lengua estos mapaches priístas y autoridades de la facultad, que jamás les ha importado la opinión de la comunidad y ahora hablan de “libertad de expresión”!


No intente engañar a la comunidad señor Lomelí. Las increpaciones a Labastida fueron un acto de dignidad, de memoria histórica, de firmeza contra uno de los representantes de la clase política que ha usurpado el poder, utilizado los recursos de la nación, y empobrecido al pueblo. Los estudiantes, profesores y trabajadores vamos a levantar nuestra voz contra los que han mentido, despojado y reprimido al pueblo. ¡Que vaya a otro lado a hacer campaña, la UNAM no volverá a ser su trampolín político!


Leonardo Lomelí ha declarado que “se sancionará a quien o quienes propiciaron el retiro obligado” de Labastida. Vamos a ver hasta dónde es capaz de llegar la administración. Ya quedó claro de qué lado está, pero pronto sabremos en qué medida es capaz, el director Lomelí, de atropellar a la comunidad para defender los intereses de los poderosos. Se ha dado a conocer que las autoridades han amenazado a los trabajadores de la Facultad por sus expresiones de repudio al senador priísta. ¡Es inaceptable! De una vez aclaramos que ninguno de los que participamos en la protesta contra Francisco Labastida (tanto trabajadores, como estudiantes y profesores), aceptamos ningún tipo de “sanción”. Nuestro derecho a la manifestación pacífica no es susceptible de regateo. De paso le aclaramos al director, que dentro de los manifestantes no había gente ajena a la facultad, ni a la universidad, aunque dentro del auditorio sí había priístas de otros estados que apoyaban a Labastida.


Ahora que las autoridades gritan a los cuatro vientos que quieren el debate de ideas, nos parece excelente que retomen nuestra demanda histórica de diálogo. Emplazamos a las autoridades a un diálogo público sobre el problema de la matrícula, el plan de estudio y las condiciones materiales de estudio: biblioteca, precio de las fotocopias e impresiones, condiciones de instalaciones sanitarias, comedor estudiantil subsidiado, distribución y transparencia del presupuesto. Les proponemos el auditorio Ho Chi Minh en la fecha y hora que las autoridades propongan.



Labastida, corrupto y entreguista ¡no eres bienvenido en la UNAM!

¡Solución a las demandas de los estudiantes, profesores y trabajadores de la Facultad de Economía!



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