USA-Uribe
versus Venezuela y Pueblo colombiano; entre Expolio, “Falsos
positivos” y guerra mediática
La CIA actúa en
Venezuela usando la estrategia paramilitar desarrollada en
Colombia(…) Ojalá para el 2010 logremos más hermandad,
criminalicemos menos a los que luchan, y tratemos de conocer a fondo
la historia y presente, rompiendo el cerco desinformativo.
Expolio y “Falsos
positivos”
Los casos llamados “falsos
positivos” son uno de los escándalos que han salido a plena luz en
el 2009 en Colombia, pero que son casos que traspasan el espectro
colombiano, pues atañen a la humanidad entera por constituir
crímenes de Lesa humanidad. Los mal llamados “falsos positivos”
son crímenes de Estado: son civiles asesinados por miembros del
Ejército, que después el ejército hace pasar por “guerrilleros
matados en combate”; a veces los asesinados son disfrazados por el
ejército con prendas del uniforme guerrillero.
Según la ONU, los
asesinatos sistemáticos de jóvenes y campesinos cometidos por el
Ejército colombiano para hacerlos pasar por guerrilleros muertos en
combate suman aproximadamente 1.800 en los últimos años. Pero esta
cifra ya dolorosa, no es sino la punta del iceberg, de lo que ha
venido siendo una política de Estado desde hace años en Colombia:
una política de Estado que, lamentablemente, continúa hoy en día.
La práctica de estos montajes basados en desapariciones y
ejecuciones extrajudiciales de civiles es incluso “recetada” por
la CIA (documentos desclasificados).
Estos crímenes de Estado
constituyen una barbarie que mina la sociedad humana en su conjunto:
miles de jóvenes, muchachos y muchachas, han sido atraídos por
paramilitares o militares de civil, bajo la promesa de trabajo, o
bien han sido secuestrados en sus barrios o pueblos, para después
ser asesinados, vestidos de guerrilleros, y presentados, con la
complicidad de unos mass media que en Colombia son los voceros del
ejército estatal, como “guerrilleros dados de baja en combate”.
Muchos de estos muertos
televisados de esta forma macabra, en la que sus muertes eran las
fichas de
una escenificación útil a la propaganda estatal,
habían sido previamente declarados como “desaparecidos” por sus
familias, y en varias ocasiones la escenificación hecha por los
militares ha sido tan burda que los mismos mass media hubieran podido
no acatar su parte del montaje, si hubieran tenido algo de ética o
de humanidad (pero los mass media obedecen a sus dueños, quienes en
Colombia tienen claros intereses en estos montajes). En ocasiones el
impacto de las balas en la carne de las víctimas había traspasado
“milagrosamente” la tela de los “uniformes” sin provocar
agujeros en la tela, o sea que era más que evidente que los habían
disfrazado después
de asesinarlos. Pero incluso
estas evidencias macabras, no fueron suficientes para que los mass
media investigaran.
Fue gracias a la presión de
familiares de las víctimas, que esta práctica bárbara del Estado
se ha logrado conocer. Los familiares han denunciado incansablemente,
incluso algunos familiares han sido asesinados por denunciar al
Estado.
Los crímenes y montajes de
los “falsos positivos” son practicados desde hace años por la
fuerza pública. Sin embargo, fue en los dos últimos años que han
sido escándalo, cuando se descubrió que varios jóvenes
desempleados que habían desaparecido en Soacha, una localidad del
área metropolitana de Bogotá, aparecieron muertos a 1.000
kilómetros de sus hogares. Once madres de jóvenes de Soacha
denunciaron que sus hijos, inicialmente reportados como “bajas en
combate pertenecientes a grupos guerrilleros”, fueron asesinados
por miembros de la fuerza pública en la zona rural de Ocaña (norte
de Santander).
Centenares de casos de
“falsos positivos” se han registrado con las mismas
características; jóvenes desempleados son desaparecidos de sus
lugares de residencia, para luego aparecer muertos en supuestos
combates y ser señalados por el Ejército de pertenecer a la
guerrilla.
Los soldados son premiados
económicamente, según cantidad de muertos guerrilleros.
Estos crímenes no son
simples casos aislados o “deslices” de las Fuerzas Militares, se
trata de una práctica sistemática dentro de la guerra que adelanta
el Estado contra la población colombiana, bajo su lógica del
“enemigo interno”.
En los manuales militares
del ejército colombiano, diseñados en las altas esferas castrenses
de USA, consta la noción de “enemigo interno” desde hace
decenios. Y este “enemigo interno” se concibe como “todo aquel
que atente contra el orden establecido”, pudiendo ser concebido
como “enemigo interno” un sindicalista, un estudiante, un
ecologista, o cualquier persona que cuestione el estado de expolio
que conoce Colombia. Consta en los manuales contrainsurgentes del
ejército de Colombia, que la lucha contra el “enemigo
interno” es
la prioridad del ejército nacional, ya que se busca eliminar la base
social que cuestione el orden económico establecido.
En un país en el que la
desigualdad social es escandalosa -Colombia es el onceavo país con
más desigualdad social del mundo- el descontento social contra el
orden económico establecido es una cuestión lógica, por lo tanto,
si el Estado actúa como garante de ese estado de desigualdad e
injusticia social, su rol es represor…
Colombia es un país
riquísimo, perola mayoría de la población sufre hambre y
desnutrición. Según
la CEPAL más del 49.2%
de la poblaciónde Colombia
vive bajo la línea
depobreza y el 14.7%
en indigencia.
Las cifras de los niños
víctimas de la pobreza
en Colombia son
terroríficas: 45%
de ellos
son pobres
y 17% indigentes. En
Colombia mueren
anualmente
20.000 niños menores
de 5 años por causa de falta de agua potable, en la guerra económica
declarada por la oligarquía y las multinacionales contra el pueblo
colombiano. Ante esta situación de expolio y empobrecimiento, el
Estado se erige como garante de los intereses económicos de la
oligarquía y de las multinacionales; y es dentro de esta lógica que
practica tortura, ejecuciones extrajudiciales, fumigaciones,
bombardeos, montajes judiciales, montajes mediáticos… etc.
¿A quién benefician los
crímenes llamados “falsos positivos”, y por qué?
Los “Falsos positivos”
benefician al ejército y al Gobierno pues este puede decir que su
política contra-insurgente arroja “resultados reales”. Para
incentivar que los soldados cometan estas ejecuciones extrajudiciales
y se presten para estos montajes bárbaros, el Estado les ofrece
prebendas de forma macabra: por “guerrillero muerto” reciben
pagos extras o permisos.
Pero los beneficios que el
Estado colombiano saca de estos crímenes van incluso más allá: la
práctica de los montajes de todo tipo es uno de los caballos de
guerra más desarrollados del Estado colombiano. Es un Estado que
practica incluso el auto-atentado (para auto atentados ver vínculos¹
y ²) con tal de provocar muertos para poder basar su esencial
guerra mediática. El
disfrazar de guerrilleros a los civiles asesinados, le permite
también asesinar
a sindicalistas, a estudiantes, a líderes campesinos, y
hacer pasar a estos por “muertos en combate”. Recordemos que de
cada 10 sindicalistas asesinados en el mundo 9 son asesinados en
Colombia por el Estado mediante su estructura militar o paramilitar.
Crímenes de Estado para
escenificación en la Guerra mediática
También se ha denunciado
que entre los muchos jóvenes raptados por el ejército y sus
paramilitares para posteriormente asesinarlos y disfrazarlos, hay
varios menores de edad… Con lo cual una imagen de un niño vestido
de “guerrillero muerto en combate” da más impulso aún a la
campaña de
desprestigio contra
la guerrilla; campaña
que busca generar repudio argumentando que la guerrilla recluta
niños.
Este argumento de
“reclutamiento forzado de niños” por parte de la guerrilla es
evidentemente falso, y no solo por cuestiones ideológicas: primero
el “reclutamiento forzado” no es factible en la guerrilla por
cuestiones evidentes de lógica, ya que, si la guerrilla forzara a
alguien a entrar a sus filas, ese alguien la delataría con toda
seguridad a la primera ocasión, dando información de ubicación,
movimientos y logística que desde el interior hubiera conocido, y
ese riesgo es algo que no se pueden permitir las guerrillas.
Recordemos que las FARC y el
ELN son ejércitos de pueblo clandestinos, contra un ejército
oficial y todo el aparato del Estado, policía, paramilitarismo,
legalidad, radares, aviones fantasma y armamento y logística bélica
USA, y que por lo tanto un reclutamiento forzado sería lo más
contraproducente del mundo. En cambio el reclutamiento forzado sí
que lo hace el ejército y sus paramilitares, pues el que es forzado
en estas estructuras no va a “delatarlos” ante otro Estado o
fuerza que los pudiera “ubicar” con bombarderos. Esto sin hablar
de que la fuerza de la guerrilla que la hace resistir ante las armas
y aviones más sofisticados del ejército, es justamente la voluntad
popular de sus combatientes.
En cuanto a la propaganda
específica de que “la guerrilla recluta niños” esta se cae
también por lógica, pues un niño no tiene la fuerza necesaria a la
vida guerrillera: para caminar días y noches enteras, para huir de
la máxima tecnología de guerra made in USA (pues las guerrillas en
Colombia afrontan el ejército colombiano, y al ejército de
ocupación USA, con agentes de la CIA, armamento, logística, y ahora
directamente 7 bases USA en Colombia).
Las guerrillas en Colombia
afrontan a un ejército descomunal, a más del ejército de ocupación
del imperio USA, y por ende es evidente que las condiciones para ser
guerrillera o guerrillero exigen fuerza
física y fuerza anímica,
a más de formación
política sólida para poder resistir a las
múltiples prebendas económicas que les son ofrecidas a los
guerrilleros si traicionan a su guerrilla. Pero lamentablemente, el
Estado colombiano aplica la máxima Nazi de que: “una mentira
repetida mil veces se transforma en verdad”, así, mediante los
mass media, busca implantaren la opinión pública una
realidad virtual
que suplantela
realidad objetiva. Se puede
decir que lo ha logrado en muchas áreas.
Somos responsables de romper
el cerco desinformativo de los mass media, que a más de la
criminalidad que representa el mentir y hacer pasar esas mentiras por
“informaciones”, mienten
basando sus mentiras en escenificaciones macabras, con muertos
reales,
como es el caso de los auto-atentados¹-², y el de los montajes y
asesinatos mal llamados “Falsos positivos”.
El Terrorismo de Estado en
Colombia ha desaparecido
a más de
50.000 personas
en los últimos 20 años, lo que, tristemente, ya supera hasta las
dictaduras asumidas como la de Pinochet en Chile… El Terror Estatal
ha desplazado de sus tierras a más de 4
millones de
personas, y tiene encarcelados bajo burdos montajes judiciales, a más
de 7.500
presos políticos.
Este 2010 que comienza nos
augura más muerte pues los Estados Unidos tendrán ahora 7 bases
militares en Colombia.
Condenar firmemente al
genocida Estado colombiano: basta de complacencia y negocios.
Ante el genocidio perpetrado
contra el pueblo colombiano por parte de la oligarquía colombiana y
las multinacionales, usando al ejército colombiano y a sus
paramilitares para masacrar al pueblo, pocos son los países y
Estados, que en algo se han pronunciado.... Hace años que el Estado
colombiano extermina poblaciones en Colombia con el fin de garantizar
el Saqueo y acallar resistencias al expolio... Y durante tantos años,
las voces de los presos políticos, los torturados, los desaparecidos
colombianos han tratado de hacerse oír... pero los Estados de la
región, incluso los progresistas, han continuado a comerciar con los
empresarios colombianos, han continuado a colaborar con el Estado
colombiano... mientras tanto el pueblo colombiano ha resistido de
todas las maneras posibles.
Venezuela en la mira
Han dejado crecer al
engendro que es el Estado colombiano, y ahora está listo para ser el
policía regional de USA: y sabemos que sus crueles arremetidas
vienen con mentiras, bombas, tortura y guerra sucia... Es un Estado
genocida que sabe cómo destruir el tejido social usando las
masacres, el terror y las prebendas...
Hoy la CIA actúa en
Venezuela usando la estrategia paramilitar desarrollada en Colombia:
combinando la penetración paramilitar en las barriadas, con el
terror y la captación de espacios estratégicos, con la finalidad de
destruir el tejido social en Venezuela y desestabilizar los avances
revolucionarios en Venezuela, preparando el terreno para incidir (así
sea bélicamente) para beneficio del gran capital extranjero. Todo
esto con el fin de garantizar los recursos naturales a la voracidad
multinacional. La presencia de las bases USA en Colombia no es
fortuita: el magnetismo que ejercen los recursos naturales de la
región andino-amazónica sobre los grandes capitalistas, los empuja
a querer exterminar a la insurgencia colombiana, que hasta ahora ha
sido su piedra en el zapato, y a querer frenar los avances
progresistas de países como Venezuela.
Necesitamos una unidad como
pueblos, y condenar al Genocida Estado colombiano, reconociendo
siempre, como poco se ha hecho, la valentía del pueblo colombiano,
de sus miles de mártires, y de sus miles de luchadores
sacrificados.... Tratando de conocer la historia con humildad y sin
prejuicios... Entendiendo los contextos y liberándonos
de los estigmas que
la “lucha contra el terrorismo” agenciada desde USA y UE, nos ha
impuesto. Ojalá en el 2010 logremos más hermandad, criminalicemos
menos a los que luchan,
y tratemos de conocer a fondo la historia y presente, rompiendo el
cerco desinformativo.
Rebelión ha publicado
este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad
para publicarlo en otras fuentes.
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