Para muchos estudiantes, profesores y trabajadores de la UNAM y otras universidades, el anuncio de nuevas jubilaciones para miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) es un aliento y un orgullo. Nos llena de alegría saber que por fin miles de trabajadores electricistas de base del SME serán recompensados y resarcidos, al menos en parte, por el enorme daño que causó Felipe Calderón tras la liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza.
Queremos decirles, compañeros esmeítas, que no están solos. Sabemos que su lucha y su aguante han sido largos. Sabemos que los echaron a la calle por ser una piedra en el zapato de los intereses mezquinos y privatizadores de muchos gobiernos neoliberales en nuestro país, y de grandes empresas trasnacionales que se relamían y se relamen los bigotes por los jugosos beneficios que les prometieron con la destrucción de esta empresa pública y con las reformas energéticas de entonces.
Sabemos que despidieron a más de 44 mil de ustedes por pertenecer a un sindicato que resistió, que no bajó la guardia, y que estos ya casi 13 años de resistencia, después de la toma militar de sus instalaciones, no han sido fáciles. Los hemos visto pasar huelgas de hambre, tomás simbólicas de instalaciones, movilizaciones grandes y pequeñas, periodos largos de espera, así como promesas incumplidas y traición de su dirigente sindical Martín Esparza.
Contra todo ello se han levantado y avanzado en la unidad de todos los despedidos. Ahora, como uno solo, con la frente en alto, obtienen estas jubilaciones que los redignifican. Ustedes nos han dado una gran lección. Por eso queremos darles las gracias, por enseñarnos que en las condiciones más difíciles, a fuerza de voluntad, esfuerzo y convicción, se puede encontrar el camino para obtener victorias.
Muchas felicidades compañeros electricistas, de corazón nos alegramos por esta enorme victoria. Casi 9 mil tendrán su jubilación, pero el júbilo llegará mucho más lejos en el futuro y en la historia.
En este aniversario de la nacionalización de la industria eléctrica, sigamos pugnando por la renacionalización de la electricidad en el país. Atendiendo a nuestra historia, a la lucha de muchas generaciones de electricistas y a la catástrofe energética que actualmente tienen muchos países, incluso desarrollados, que privatizaron sus energéticos en años recientes, recuperar Necaxa y toda la industria eléctrica nacional se vuelve estratégico. Es cuestión de sobrevivencia, de dignidad, de soberanía.
Adelante con la democratización de su sindicato. En días recientes hemos visto cómo el comité central, encabezado por Martín Esparza y Humberto Montes de Oca, dando patadas de ahogado, calumnian a compañeros como Mario Benítez y otros, en textos llenos de mentiras y de insultos. En lugar de calumniar, mejor respondan a todos los señalamientos de corrupción que pesan sobre ustedes. Eso es lo que todos esperamos. ¡Expliquen el origen de sus empresas y riquezas! Esto ha sido nota nacional, de modo que las calumnias en contra de una persona son inútiles. Den la cara. Justifiquen, si es que pueden, el nivel de vida que se dan.
Junto a ustedes, compañeros esmeítas, exigimos:
¡Trabajo para todos los electricistas que faltan!
Y que por supuesto sea dentro del sector energético público y no como lamebotas de grandes trasnacionales portuguesas.
Un abrazo desde la UNAM y otras universidades
UNAM en Rebeldía
Septiembre de 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario