Declaración comunista libertaria internacional
"Fin del Juego, Ben Ali" dice una manta que sostienes manifestantes en Tunez
Tras un mes de insurrección popular, el tirano ha caído. Ben Alí y su camarilla han tomado el camino del exilio. Es un gran triunfo para el pueblo tunecino que no puede sino ser saludado por todo amante de la libertad. Es también un ejemplo y una gran esperanza para todos los pueblos de la región que viven bajo Estados policiales.
Pero la revolución no ha terminado. El Partido Constitucional Democrático (RCD) todavía conserva 161 de los 214 asientos del Parlamento y tanto el presidente interino Fouad Mebazaa como el primer ministro Mohamed Ghannouchi son pilares de la dictadura. Más que un cambio real, los primeros pasos tomados durante la emergencia muestran sobre todo el deseo del bloque en el poder de apaciguar las calles. Habrá elecciones en 60 días, pero se celebrarán de acuerdo a las reglas de la actual constitución, pergeñada por el RCD. Han empezado las consultas para el establecimiento de un gobierno de unidad nacional, y el RCD está eligiendo cuáles son los partidos que participarán. El objetivo de la operación es claro: anular la victoria popular canalizando la revuelta hacia el terreno parlamentario. Hay un serio riesgo de que el partido gobernante coopte a la oposición servil e introduzca una democracia de pega una vez que la rebelión se aplaque. No se puede excluir la posibilidad del ascenso de un nuevo dictador que, como Ben Ali, cuente con el respaldo del Elíseo y de la Casa Blanca.
Los tunecinos de a pie son conscientes de los peligros que se ciernen ante la libertad que acaban de arrancar pagando el precio de docenas de muertos. En todo el país, se están organizando en comités de autodefensa para luchar contra las milicias del clan Ben Ali- Trabelsi que continúan asolando el país. No les engañan las maniobras para mantener al RCD en el poder. Desafiando al estado de emergencia aún en vigor, los manifestantes estaban de nuevo en las calles el 16 de enero exigiendo un cambio real, gritando “no nos levantamos únicamente para que un gobierno de unidad integrara a la oposición de cartón-piedra”.
La revolución no ha terminado porque ninguno de los puntos clave se han resuelto: la pobreza, el desempleo masivo, la corrupción, el clientelismo, la desigualdad y se podría seguir… Además de la construcción de un sistema democrático, la cuestión social sigue siendo la preocupación central de los tunecinos. Los problemas que afronta el país sólo pueden resolverse mediante una activa política de redistribución de la riqueza, rompiendo con la dictadura de los mercados.
Nuestras organizaciones declaran su pleno apoyo a la lucha del pueblo tunecino por la libertad y la justicia social y nuestro apoyo a los militantes anticapitalistas de Túnez. Condenamos la actitud de los Estados occidentales y en general a sus clases políticas, tanto de derechas como socialdemócratas, que siempre han apoyado activamente el poder autoritario de Ben Ali.
21 de enero de 2011
Firmantes:
Alternative Libertaire (Francia)
Federazione dei Comunisti Anarchici (Italia)
Organisation Socialiste Libertaire (Suiza)
Union Communiste Libertaire (Québec, Canadá)
Libertäre Aktion Winterthur (Suiza)
Zabalaza Anarchist Communist Front (Sudáfrica)
Libertære Socialister (Dinamarca)
North-Eastern Federation of Anarchist Communists (Estados Unidos)
Workers Solidarity Movement (Irlanda)
Hombre y Sociedad (Chile)
Colectivo Socialista Libertaria (Uruguay)
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