Juan Manuel, hijo de Josefina Reyes fué asesinado en 2009. Como miles de jóvenes que mueren en las calles de ciudad Juárez, se informó que Juan Manuel “estaba con un cártel del crimen organizado”. Nunca conocimos las pruebas de esa afirmación y nunca se detuvo a sus asesinos. La familia Reyes Salazar vivió en el poblado de Guadalupe del Valle de Juárez que en los años de bonanza, era habitado por quienes llegaban de todo el país para trabajar en el pujante modelo maquilador que impulsaron los gobierno federales y estatales en la década de 1980, era, porque pocos quedan ahí.
Josefina, emprendió una lucha por sus hijos, Juan Manuel y Julio César (quien desaparecido en el 2009, apareció ese mismo año).
Con el apoyo de su familia, se vinculó a Cipriana Jurado, Gustavo de la Rosa, y al valiente movimiento por los derechos humanos del país. Por su actividad, las y los Reyes Salazar se convirtieron en referencia para los pobladores del valle, por el golpe de la violencia eran ya luchadores sociales. Josefina denunció la complicidad de miembros de las fuerzas de seguridad, con las bandas del crimen organizado. Tocó intereses en el crimen y en quienes los protegen.
Durante el 2009 recibió múltiples amenazas de muerte, mismas que denunció. Las produradurías estatal y federal no hicieron nada y a inicios del 2010 fué asesinada mientras trabajaba en el valle de Juárez. Madre asesinada por buscar justicia para sus hijos, terrible preludio de un caso similar, el de Marisela Escobedo, asesinada en diciembre del mismo año.
Rubén, hermano de Josefina fué asesinado en agosto de 2010. A sólo unos días de iniciado el 2011, fueron secuestrados Elias, Malena Reyes Salazar y la esposa de Elías, Luisa Ornelas. Doña Sara Salazar me cuenta que ella, y una de sus nietas viajaban en la camioneta con la familia cuando ocurrieron los hechos, las bajaron. La nieta a ún no se recupera del trauma y no duerme de noche. Doña Sara inició junto con sus dos hijas sobrevivientes una protesta frente a la fiscalía en Juárez y frente al Senado en el DF, lugar donde el día de hoy ha recibido la noticia de la asesinato de sus dos hijos y su nuera.
No tiene hogar porque este lo incendiaron a causa de su protesta. Quienes acompañan a la familia han sido perseguidos y amenazados. El país se desangra en muchas de sus ciudades y de manera trágicamente particular, en los Reyes Salazar. No hay procesados, ni responsables en el gobierno por esta devastación familiar. No hay renuncias.
Todo seguirá en el camino trazado de la tragedia anunciada, el imparable camino de sangre.
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