López Obrador califica el hecho de vergonzoso ataque a la libertad de expresión
Teorías absurdas
Foto María Luisa Severiano
Martes 8 de febrero de 2011, p. 10
La Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) manifestó que la salida de la periodista Carmen Aristegui de MVS Radio es una pésima noticia para la sociedad mexicana
. La voz crítica que ella ha construido a lo largo de una sólida carrera profesional se ha convertido en una de las más relevantes en la vida pública mexicana
, abundó.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador ofreció a través de Twitter su solidaridad con Carmen Aristegui: Es vergonzoso este nuevo ataque a la libertad de expresión. No cabe duda que la mafia del poder apuesta a un régimen dictatorial sustentado en el control absoluto de los medios. No lo permitamos. Hagamos de este caso una célebre causa popular. Protestemos por todos los medios posibles y recordemos que la libertad no se implora, se conquista
.
A su vez, la Amedi consideró que la decisión que tomó MVS es desafortunada para todos: Pierde MVS, cuya independencia editorial queda en entredicho debido a la supresión de ese espacio; pierde la periodista y su amplia audiencia. Pierde la Presidencia de la República, de donde surgieron las exigencias para que Carmen Aristegui se disculpara por un comentario que hizo el viernes 4 de febrero
, aseveró la Amedi.
Para justificar el despido de Aristegui, abundó la asociación, MVS ha manifestado que la periodista transgredió el código ético de dicha empresa
; sin embargo, dicho código no es conocido por los radioescuchas. De existir, se trata de un código de eficacia indeleble, porque se ha mantenido en secreto
.
Hace notar que los instrumentos éticos no sirven para motivar disculpas, sino para evitar errores en el manejo de la información. Si la periodista difundió una información errónea, la persona o la institución afectada podrían haber solicitado una rectificación. Si se trata de una opinión personal tiene derecho a difundirla, aunque fuese equivocada
.
Y, subraya, la Presidencia de la República tenía derecho a difundir una aclaración, pero ni el gobierno ni la empresa lo tenían para obligar a la periodista a ofrecer una disculpa. Al preferir la vía de las presiones privadas, el gobierno redita los peores tiempos de las relaciones autoritarias entre el poder político y los medios de radiodifusión
. La Amedi exigió a la Presidencia que con hechos, y específicamente en este caso, garantice el derecho a la libertad de expresión, así como el derecho de los ciudadanos a la información
, y solicitó a MVS que reconsidere el despido de Aristegui
.
Por su parte, el presidente de la organización Artículo 19 –organismo civil por la defensa de los derechos de los periodistas y la libertad de expresión–, Darío Ramírez, manifestó que “la salud del titular del Ejecutivo no es asunto privado; todos tenemos derecho a saber quién está tomando las decisiones al más alto nivel en este país.
Ella pedía una respuesta
Ella preguntó y exigió una respuesta que ni siquiera era absurda; si la Presidencia de la República no quiere responder, lo único que hace es fomentar la sospecha y el oscurantismo; lo que uno hace es contestar, aclarar y resolver el asunto.
Lucía Lagunes, directora de Comunicación e Información de la Mujer AC, consideró que la salida de Aristegui deja ver algo que creíamos superado: la censura de Presidencia; creímos que estábamos en otra época, donde la imagen presidencial no era santificada
.
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