Pedro Matías
proceso.com.mx
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OAXACA, OAX., 13 de octubre (Proceso).- Mujeres y niños son quienes más sufren las consecuencias de una guerra no declarada que desde hace varias décadas ha devastado a la zona triqui.
A sus siete años, Naila ya sabe lo que es la muerte, el hambre y el terror de vivir en un pueblo sitiado. “Esta es mi casa y estos son mis pollos; acá está el monte y por acá está la iglesia con Dios. Este es mi abuelito y mi abuela; acá están los malos que tienen armas y no los dejan salir”. Así describe el dibujo que hizo mientras participaba en la huelga de hambre que realizó junto con su madre Imelda.
–¿Qué extrañas más de tu pueblo? –se le pregunta.
–A mis abuelos y a mi casa. Están encerrados y no tienen qué comer.
–¿Les llevarías comida?
–No, porque tengo miedo de que me toque una bala.
Aunque Naila no puede llorar, su voz entrecortada revela el trauma que le ocasionó abandonar su casa de San Juan Copala en medio de una balacera el pasado 10 de agosto.
La niña triqui todavía se acuerda de su papá Moctezuma Velasco, asesinado por “los malos” hace tres años. Ahora se encuentra muy triste porque no se sabe nada de sus abuelos a quienes se les considera desaparecidos.
La vocera de las mujeres del municipio autónomo de San Juan Copala, Reyna Martínez Flores, acompañada de 25 mujeres y 23 niños, ha convertido el zócalo de Oaxaca en su refugio. Desde el pasado 11 de agosto todas ellas instalaron un plantón frente al que fuera el Palacio de Gobierno.
Señala que el gobierno no ha hecho nada en contra de los paramilitares de la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort) apoyados por el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), quienes mantienen sitiada a su comunidad.
Natalia, otra de las desplazadas, asegura que el pasado 7 de septiembre salió con otras mujeres para comprar maíz, y de pronto se desató una balacera. Dice que cuando terminó se la llevaron seis hombres, entre ellos el agente municipal de la Ubisort Mauro Vásquez, quienes le arrancaron la ropa, le cortaron el cabello y la golpearon con sus armas.
Dos indígenas, de 55 y 85 años, sufrieron heridas de bala y convalecen en una casa cercana al plantón.
Entre las víctimas de la violencia que azota a la región se encuentran las locutoras de la estación de radio La voz que rompe el silencio Teresa Bautista y Felícitas Martínez, así como Cleriberta Castro.
A estas muertes se suman los asesinatos de los defensores de derechos humanos Beatriz Cariño y el finlandés Jyri Jaakkola, Timoteo Alejandro Ramírez, Antonio Ramírez López, Antonio Cruz García, Rigoberto Ramírez González, Pedro Santos Castro, Celestino Hernández, Héctor Antonio Ramírez y el niño Elías Fernández.
El 20 de septiembre las mujeres triquis que se encontraban en el plantón iniciaron un ayuno de 48 horas para exigirle a la Comisión Estatal de Protección a los Derechos Humanos de Oaxaca (CEPDHO) que intervenga y cesen las agresiones en contra de su comunidad.
Más crímenes impunes
El primer caso que ubicó en el plano internacional a la violencia prevaleciente en esta comunidad fue el asesinato, el 7 de abril de 2008, de las locutoras Teresa Bautista y Felícitas Martínez, de 22 y 20 años, respectivamente. Por su labor a favor de la comunidad les fue otorgado, póstumamente, el Premio Nacional de Periodismo de ese año.
En la rústica cabina desde donde transmitían sobresalía su lema: “Algunos piensan que somos muy jóvenes para saber. Deberían pensar que somos muy jóvenes para morir”.
Este crimen fue conocido por la Organización de las Naciones Unidas y lo atrajo la Procuraduría General de la República; sin embargo, hasta la fecha no se ha resuelto.
El presidente del municipio autónomo de San Juan Copala, José Ramírez Flores, comenta que “hay autores intelectuales” del asesinato de las comunicadoras y señala como responsables al exdiputado local Rufino Merino Zaragoza y al líder del MULT, Heriberto Pazos Ortiz.
El 8 de mayo de 2008 fue asesinada a machetazos la simpatizante del MULT María Isabel de Jesús, de 48 años.
En una emboscada ocurrida 17 de marzo de 2009 fueron asesinadas dos mujeres y el 14 de mayo mataron a Martina de Jesús Flores; el 13 de junio de 2009 fue herida Paulina Celestino Bautista, de 17 años, durante un ataque de un grupo paramilitar al palacio municipal de San Juan Copala. Eran simpatizantes del MULT.
Rufino Juárez, dirigente de la Ubisort, fue acusado de secuestrar en la comunidad La Sabana a 11 mujeres y cuatro niños, después de que fueron a cobrar recursos de Oportunidades.
El pasado 27 de abril fue asesinada Beatriz Alberta Cariño junto con el finlandés Jyri Jaakkola cuando participaban en una caravana que llevaba ayuda humanitaria a los triquis.
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