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Elba Esther y Peña Nieto, Alianzas Peligrosas

27 julio, 2011
Jenaro Villamil
http://jenarovillamil.wordpress.com/



Un efusivo abrazo público, el 5 de marzo de 2008, selló la alianza que Elba Esther Gordillo, la presidenta “vitalicia” del sindicato de maestros, y Enrique Peña Nieto, el gobernador mexiquense, impulsaron desde entonces y que ha sido altamente redituable, sobre todo para la dirigente del SNTE y su partido, Nueva Alianza (Panal).

En aquella ocasión, Peña Nieto inauguró los congresos de las secciones 17 y 36 del SNTE en el Estado de México, que han sido claves en la trayectoria y ascenso al poder de la misma Elba Esther Gordillo, lideresa sindical en Nezahualcóyotl, durante el gobierno de Arturo del Mazo González.

Desde ese momento, Gordillo comenzó a articular un discurso para deslindarse paulatinamente del gobierno de Felipe Calderón, a quien apoyó en las elecciones presidenciales del 2006, e ir operando su retorno al PRI, a través de Peña Nieto.

“Muchos problemas he tenido, descalificaciones, librejos, mamotretos, campañas armadas para desprestigiarnos, pero aquí estamos y si hay alguna prueba que la presenten e iremos a donde quieran”, dijo Gordillo en los congresos seccionales.

El pacto entre Gordillo y Peña Nieto fue redituable en las elecciones estatales del 2 de julio de 2009, cuando el PRI recuperó la mayoría en el Congreso local y el Panal se colocó como cuarta fuerza en el Legislativo, a pesar de que sólo obtuvo 12 mil 601 votos directos.

Gracias al convenio de coalición que firmó el PRI mexiquense con el Panal y el Partido Verde, el partido de Gordillo tuvo 5 diputados locales, ya que le tuvieron que transferir 11 por ciento del 1 millón 652 mil votos que obtuvo el PRI en los comicios estatales.

“Es usura política”, advirtió en aquella ocasión Rubén Islas, el representante de la coalición PRD-PT ente el Instituto Electoral del Estado de México.

Los “Amarres” para el 2011

La sociedad política entre Elba Esther y Peña Nieto volvió a operar, en vísperas del “destape” del candidato priista a la gubernatura del Estado de México. La dirigente sindical jugó sus piezas a favor del alcalde de Ecatepec, Eruviel Avila, quien finalmente se impuso a los otros precandidatos del peñismo.

Precisamente en Ecatepec, el 19 de noviembre de 2010, Peña Nieto y Gordillo volvieron a posar juntos para inaugurar las oficinas de la sección 36 del SNTE, en el municipio más poblado del país y gobernado por Eruviel Avila. El edificio de la nueva sede tuvo una inversión de 70 millones de pesos.

Durante el evento, Gordillo le dio todo su apoyo a Peña Nieto, marcando un deslinde frente a la administración de Calderón, y anunció la creación del Sistema Universal de Evaluación del magisterio.

“Nuestro reconocimiento y gratitud a su gobierno y nuestro dese de que los sueños seamos capaces de hacerlos realidad”, le dijo Elba Esther Gordillo a Peña Nieto, a quien le anunció un guiño económico.

La dirigente del SNTE aseguró que el sindicato dispondría de 50 millones de pesos de las cuotas sindicales para otorgar becas a niños destacados del país, incluyendo los del Estado de México.

Para los buenos entendedores de la operación electoral, Gordillo estaba anunciando la disposición del sindicato magisterial de ofrecer los padrones y sus bases de datos para obtener el triunfo en los comicios del 3 de julio de 2011.

En el Estado de México, poco más de 53 mil maestros de educación básica están afiliados al SNTE, mientras que otros 70 mil están adscritos al Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México (SMSEM), un organismo controlado por el gobierno.

Además, la alianza con Elba Esther le redituaba en una red nacional donde Peña Nieto ha promovido su precandidatura presidencial a través de una estructura paralela al PRI, conocida ahora como “Expresión Política Nacional”, herencia de la Fuerza Mexiquense, creada por Arturo Montiel para impulsar su propia candidatura presidencial en el 2006.

El “Destape” de Eruviel

La noche del viernes 25 de marzo, en el momento decisivo del “destape” del candidato priista a la gubernatura, Gordillo jugó su última pieza maestra. En una reunión privada con Peña Nieto, con el dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira y, según algunas versiones, con el ex gobernador Arturo Montiel, Elba Esther insistió que el candidato debía ser Eruviel Avila y no Alfredo del Mazo Maza, alcalde de Huixquilucan, a quien apenas unas horas antes las encuestas internas del PRI, los comentaristas y observadores políticos daban por “bueno”.

Elba Esther argumentó a favor de Eruviel Avila, advirtiendo que podía darse una ruptura del alcalde de Ecatepec, al estilo de lo que ocurrió con Mario López Valdés (Malova) en Sinaloa, y con Angel Aguirre en Guerrero. Ambos ex priistas ganaron con una coalición opositora.

Dos días después, el domingo 27 de marzo, se realizaba la consulta impulsada por el PAN y el PRD para decidir si se iban en alianza, a pesar de los candados que había aprobado el Congreso local para dificultar las coaliciones entre partidos.

En aquél cónclave, la participación definitiva fue la de Arturo Montiel, quien apoyó también a Eruviel Avila:

-No fue Alfredo del Mazo (padre del alcalde de Huixquilucan) quien te hizo gobernador. No le debes nada a él -le afirmó Montiel.

La voluntad de Peña Nieto había sido doblegada. Aceptó modificar su decisión a favor de Alfredo del Mazo, a cambio de que el coordinador de la campaña lo designara él. De esta forma, el ex aspirante, ex secretario de Finanzas y diputado federal Luis Videgaray llegó al manejo de los dineros de la nominación de Eruviel Avila.

Carlos Alberto Pérez, vicecoordinador del PAN en la Cámara de Diputados, declaró dos días después que el “destape” de Eruviel fue una decisión “de Elba Esther y de Carlos Salinas”, ya que el ex presidente es “el único que pudo quebrarle el espinazo al Grupo Altacomulco”. Específicamente, a un viejo adversario suyo y tío de Peña Nieto: el ex gobernador y ex aspirante presidencial en 1987, Alfredo del Mazo González.

Integrantes cercanos a la campaña de Eruviel Avila cuentan que no fue todo miel sobre hojuelas. En un mitin en Metepec, el 6 de abril, el ex alcalde de Ecatepec urgió a la dirigente del SNTE a que lo apoyara: “necesito a la maestra Elba Esther y necesito a los maestros y maestras del Estado de México y del sector federalizado”.

La alianza con el Panal y con Elba Esther quedó sellada el 27 de junio, en vísperas de las elecciones del 3 de julio. Junto a Mónica Arriola Gordillo, dirigente del Panal e hija de Gordillo, Eruviel Avila prometió encabezar un “gobierno de la educación” y que la alianza con las huestes magisteriales era “con altura de miras” y para el resto del sexenio.

La noche del 3 de julio, después de que las cifras del PREP del Instituto Electoral del Estado de México confirmaran la amplia ventaja de Avila frente a sus contendientes con más del 60 por ciento de los votos emitidos, la cúpula priista ahí reunida, encabezada por Humberto Moreira, abandonó el auditorio “Jesús Alcántara” de la sede estatal priista. La euforia era total. Acudieron a una cena con Elba Esther Gordillo, quien se había adjudicado un triunfo más en el año clave de la sucesión presidencial.

La “Alianza para el 2012”

No había transcurrido ni una semana del triunfo de Eruviel Avila, quien registró una votación histórica de 2 millones 672 mil votos, cuando Enrique Peña Nieto se adelantó al debate sobre la alianza con el Panal y con Elba Esther Gordillo para el 2012.

“Creo que estamos en oportunidad de construir una alianza con estos partidos (Panal y Partido Verde) a partir de que compartan la oferta que el partido está teniendo”, afirmó Peña Nieto en Tepoztlán.

Sus palabras cayeron como bomba al interior del PRI. En ese momento se ventilaba el escándalo entre Miguel Angel Yunes, ex director general del ISSSTE y ex protegido de “la maestra”, y la propia Elba Esther Gordillo, quien inició así un camino sin retorno en su alianza con el calderonismo.

“Son diferencias que tienen unos actores políticos con otros y no deben interferir en el proyecto y la oferta”, opinó Peña Nieto al ser cuestionado sobre el escándalo entre Yunes y Gordillo. El propio PRI, en la Comisión Permanente, estaba pidiendo a la Secretaría de la Función Pública una auditoría a las cuentas del ISSSTE y se deslindaron de Gordillo.

Peña Nieto se adelantó al debate que apenas inició a finales de julio de 2011 en el seno del PRI para definir el programa, las alianzas y el método de elección para el candidato presidencial del 2012.

Existen poderosos adversarios a la concreción de una alianza adelantada con Elba Esther Gordillo. Públicamente, el senador Manlio Fabio Beltrones, contendiente interno de Peña Nieto, el senador y ex candidato presidencial Francisco Labastida Ochoa y la senadora y ex dirigente nacional priista María de los Angeles Moreno, se han pronunciado en contra de adelantar la definición de alianzas con el Panal, mientras no se renueve el Consejo Político Nacional del PRI.

Hábilmente, Gordillo ofreció una entrevista que se publicó el 24 de julio en el periódico español El País. La dirigente del SNTE dijo que está consciente de su “mala fama” y de la carga negativa que pueden tener sus palabras al apoyar a alguno de los precandidatos. En ese texto, Elba Esther mostró su simpatía por el jefe de Gobierno perredista, Marcelo Ebrard, quien rápidamente se deslindó el 25 de julio.

Sin embargo, de su afecto y de su pacto con Enrique Peña Nieto, Gordillo prefirió no decir una sola palabra.


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