Organizaciones sociales mexicanas saludan al presidente Hugo Chávez |
Caracas, 28 de septiembre de 2011 (MPPRE).-
Militantes de la Coordinadora Mexicana, de la nación azteca, en
solidaridad con los movimientos revolucionarios en todo el mundo y en
ocasión de la visita del canciller Nicolás Maduro a la capital mexicana,
envían una carta dirigida al Presidente Hugo Chávez, donde manifiestan
su más sincero deseo de solidaridad y hermandad al pueblo venezolano y
su líder.
A continuación misiva enviada al Jefe de Estado Venezolano:
Querido Presidente, compañero Hugo Chávez Frías:
No hemos querido desaprovechar la
oportunidad que nos ha dado la visita a nuestro país de destacadas
personalidades de su gobierno, para dirigirle unas palabras con la
certeza de que serán leídas por usted.
En primer lugar queremos expresarle
nuestra más cálida y sincera solidaridad ante la difícil situación que
recién ha debido enfrentar, y nuestro enorme gusto ante la noticia de
que ha sido finalmente superada. Buen susto nos hemos llevado. Nos
resulta impensable su ausencia ante los tiempos que corren, y más aún
ante los que están por venir. Impensable que el ferrocarril del cambio a
favor de los pueblos en América Latina se quede sin locomotora.
Impensable que el muro de contención que hemos de levantar para evitar
que la bestia imperial y sus virreyes nos lleven al abismo con su
infinita avaricia y estupidez, se quede sin su más activo constructor.
Hemos pasado en estas quince semanas de la preocupación a la alegría, y
nos ocurre ahora aquello de que, valoramos más lo que tenemos, cuando
hemos sentido el riesgo de perderlo.
Sabemos que el pueblo venezolano deberá
enfrentar una importantísima batalla el 7 de octubre del año próximo. Y
por lo mismo que decíamos antes, su desenlace es fundamental no sólo
para Venezuela, sino para toda América Latina. Los movimientos y
organizaciones populares de todos los países, debemos jugar un papel que
no se quede en las declaraciones formales de solidaridad, sino que sea
capaz de generar simpatía entre amplios sectores de nuestros pueblos a
favor del proceso bolivariano. Nuestra principal arma es la verdad, que
se conozca la verdad. El permanente golpeteo de los grandes medios de
comunicación, y de una buena parte de la prensa escrita en contra de su
gobierno (¡y de su persona!), hace indispensable impulsar un verdadero
plan de contra-información, que vaya aclarando punto por punto,
respondiendo golpe por golpe a los medios de comunicación.
Son muchas las cartas que el imperio
tiene bajo la mesa para intentar vencer al proceso bolivariano en esa
batalla, sin importar que sean abiertamente intervencionistas y
violatorias de toda legalidad. Están, desde luego, las consabidas
reuniones de coordinación con opositores, para dictarles las líneas a
seguir y asignarles los recursos que sean necesarios para vencerlo como
sea. Están los múltiples y multimillonarios juicios en tribunales
internacionales a su servicio, emprendidos por las empresas
transnacionales que han sido expropiadas legalmente en Venezuela, y que
demandan montos descomunales como pago de indemnización: en ello asoma
la posibilidad de que se juegue la carta del bloqueo que tanto daño ha
hecho a la revolución cubana. Está la previsible intensificación de la
campaña de los medios de comunicación en todo el mundo, para tratar de
aislar a la revolución bolivariana de todos los pueblos. Y está, siempre
abierta, la posibilidad de la agresión militar, directamente o a través
de terceros.
No piense usted que tenemos duda acerca
de cuál será la decisión del pueblo venezolano en esa batalla. Sabemos
bien que la burguesía de su país, aún con todo el apoyo del gobierno
norteamericano, es incapaz de hacerle frente, de articular una fuerza
capaz de vencerlo. Y no sólo por la consabida falta de estatura -moral y
política- de los políticos de oposición, que tienen más cola que
pisarles que un dinosaurio; sino por una causa mucho más profunda, y es
que su verdadero programa es el regreso al pasado: la marcha atrás a la
asignación de los recursos que sean necesarios para garantizar el
derecho de todos a la salud y el derecho de todos a la educación; la
marcha atrás al empuje dado por su gobierno al salario y las pensiones
de todos los trabajadores, a la construcción masiva de viviendas
populares, al control de precios de alimentos esenciales; la marcha
atrás a la nacionalización de las minas de oro, de empresas productoras
de fertilizantes, de cemento, siderúrgicas; la marcha atrás al control
por el Estado de los recursos petroleros, medidas estas últimas sin las
cuales todo lo demás no habría sido posible. Esa oposición quiere para
Venezuela lo que hoy tiene indignados a miles y miles de jóvenes y no
tan jóvenes de Grecia, España, Portugal, indignación que sin duda habrá
de extenderse a otros países de Europa.
La posición de la burguesía venezolana y
los políticos de la oposición a su servicio es indefendible: la
revolución bolivariana, encabezada por usted, ha resuelto en unos
cuantos años lo que ellos fueron incapaces de resolver durante casi dos
siglos de detentar el poder: el analfabetismo, el derecho a la
educación, el derecho a la salud, la posibilidad de tener una vida
digna. Pueden, sí, conscientes de que su verdadero programa es volver a
quitarle a la población lo que ha conquistado, intentar tender una
cortina de humo con denuncias incendiarias sobre los problemas que el
proceso bolivariano aún no ha podido resolver. Pero no les será fácil,
con todo y el abrumador -¡y grotesco!- apoyo que tienen de la televisión
privada de su país. No es lo mismo engañar al pueblo en otros lugares,
que hacerlo en la Venezuela actual, que en sólo los años de gobierno
bolivariano ha más que duplicado la matrícula nacional de educación,
pasando de menos de 5 a más de 12 millones de estudiantes; y que tan
sólo a nivel universitario ha alcanzado en este breve tiempo una tasa de
matriculación del 83% (en nuestro país es del 27%), ocupando en ello ya
el 5° lugar mundial (el 2° en América Latina, sólo después de Cuba). Y
así con todo. No es lo mismo decir, por ejemplo, que "todos tenemos
derecho a la salud"; que instalar un módulo de salud al alcance de todos
en cada rincón del territorio. Estamos seguros que el pueblo venezolano
conoce bien la diferencia entre lo uno y lo otro, entre lo que sucedía
antes de Chávez y lo que empezó a suceder desde que llegó Chávez.
Así que, aunque confiados en que la
victoria será suya, compañero presidente, queremos poner nuestro grano
de arena desde esta trinchera llamada México para que así sea.
Y contribuir a la vez a hacer más
fuertes las iniciativas impulsadas por Venezuela, por Cuba, por Bolivia,
por Ecuador, para acercar a nuestros pueblos, para tejer la unidad de
los de abajo tan indispensable para cambiar la situación de América
Latina.
Reciba usted un caluroso abrazo de todos
nosotros. Y tenga siempre presente la enorme importancia que para todos
tiene el que usted se cuide.
Coordinadora Mexicana de Organizaciones Solidarias
con la República Bolivariana de Venezuela
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