Dejarse morir a ver si así alguien ayuda a nuestra gente.

Verónica Villalvazo/fridaguerrera
http://fridaguerrera.blogspot.com/

Oaxaca de Juárez, 20 de septiembre 2010. Diez mujeres y nueve niños iniciaron esta mañana en el último intento por llamar la atención, una huelga de hambre en el zócalo de Oaxaca, a 39 días de plantón en el cual han exigido a organismos nacionales e internacionales, a los gobiernos estatal y federal que detengan la devastación que se está llevando a cabo en San Juan Copala y que hasta el momento poco se ha hecho por intentar ayudarlas.

Con los ojos llenos de lágrimas que solo se detienen en momentos, muestran que la advertencia que dieron el día de ayer sobre dar su vida con tal de que salven a quienes aún se encuentran dentro de San Juan Copala, hoy la están cumpliendo; el estado físico que guardan estas mujeres es evidente por el grave estado de marginación en que se encuentran desde hace muchos años aunado a los diez meses que lleva esté conflicto la situación física y anímica no les ayudará a soportarlo, niños que durante toda su vida no han tenido la nutrición necesaria para enfrentar una situación de este tipo.

Sin embargo; las mujeres tienen conocimiento de lo que hablan; “los niños que están aquí no es la primera vez que no comen, durante todo este tiempo se ha denunciado, empezaron a comer mejor estando aquí, pero allá en Copala no porque no había manera de hacerlo, no podíamos salir, si lográbamos salir era escondidas antes de que estos asesinos se atrevieran a atacarnos por las veredas o peor a atacar nuestras casas con fuego”.

“Hoy todos nos dicen que los niños no se pongan de huelga, pero no saben cuánto tiempo tienen los niños que están allá sin comer, sin agua, arrinconados en una casa porque no pudieron escaparse anoche”; expresan llenas de dolor, y no hay manera de decirles que mienten porque tienen razón.

El dolor durante esta mañana llegó a todo aquel periodista, dirigente, curiosos, que llegaron al campamento de San Juan Copala, aquel que permitió que el humanismo llegará a sus ojos y su corazón, aquel que sin importarle su condición política dejó que el dolor, que el grito desesperado que llevan dando estás mujeres desde hace 39 días lo hicieran suyo para exigir alto a la devastación, al aniquilamiento que están realizando contra San Juan Copala