Se han cumplido 9 años del operativo de represión que fue operado bajo la autoridad de Enrique Peña Nieto, como gobernador del Estado de México, en contra los campesinos de Atenco y ciudadanos que acudieron a la comunidad de manera solidaria.
A partir de este hecho resultaron muertos dos jóvenes, cinco personas extranjeras fueron expulsadas ilegalmente del país, fueron detenidos más de 200 personas de manera arbitraria. Todos los detenidos sufrieron abusos y agresiones, en particular 47 mujeres fueron víctimas de tortura sexual.
Los responsables de este operativo de venganza no han sido procesados ni mucho menos castigados. La cabeza de este operativo de represión hoy está sentado en la silla presidencial desde donde actúa, impunemente, allanando el despojo de nuestro territorio, recursos estratégicos y los derechos de nuestro pueblo.
A pesar de esta estrategia de terror y de la soterrada estrategia de división en las comunidades para imponer el proyecto de Nuevo Aeropuerto, los pueblos de la orilla del agua refrendan su compromiso de lucha: Atenco rebelde no se rinde, ni se vende.
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