Los Brigadistas #23
Marzo 2014
En
las últimas semanas se han realizado reuniones, actos y
movilizaciones por parte de un sector de profesores de asignatura de
la nuestra universidad. Resulta de gran importancia que los
estudiantes estemos al tanto de las razones de esta lucha y que
seamos parte de ella.
- Las condiciones de trabajo de los ayudantes y los profesores de asignatura
El
70% de los cursos que se imparten en bachillerato y el 60% de los que
se imparten en licenciatura, están a cargo de profesores de
asignatura. A pesar de ello, las condiciones de trabajo de estos
maestros son muy malas.
La
siguiente tabla recoge la información del contrato colectivo de los
académicos de la UNAM, acerca del pago a profesores de asignatura y
ayudantes.
Nombramiento
|
Hora-semana-mes
|
Pago
por hora pizarrón
|
Ayudante
de profesor A
|
$227.56
|
$52.51
|
Ayudante
de profesor B
|
$253.62
|
$58.53
|
Profesor
de asignatura A
|
$299.56
|
$69.13
|
Profesor
de asignatura B
|
$340.56
|
$78.59
|
Los profesores con 15 horas o más a la
semana, reciben un complemento salarial. Por 15 horas reciben $933
mensuales, por 16 horas reciben $1062 mensuales, por 17 horas reciben
$1199 y así sucesivamente. A ese salario, se agregan prestaciones
como la prima de antigüedad para los maestros que tengan cuando
menos 5 años laborando en la universidad, una despensa de $771 al
mes y un par de bonos que reciben a lo largo del año.
Un amplio sector de los profesores de
asignatura dedica su vida a la docencia, y vive de ello. Pero este
nivel de ingresos hace que, sobre todo en bachillerato, los maestros
tengan que asumir enormes cargas de trabajo para poder obtener un
salario que les permita cubrir mínimamente sus necesidades. Por
ejemplo, un profesor que imparte una materia de 3 horas a la semana,
tiene que atender a 7 grupos de aproximadamente 30 alumnos cada uno,
para alcanzar un salario mensual de $6291 si tiene nivel A y de $7152
si está en el nivel B, más una complemento de $1830. Es decir,
estos profesores deben calificar tareas, trabajos y exámenes de
alrededor de 210 alumnos, además de exponer los contenidos de sus
materias, para tener un salario básico de $8121 o, en el mejor de
los casos, de $8982 mensuales.
En otras dependencias universitarias no se
les permite a los profesores de asignatura rebasar un cierto número
de horas por lo que obligan a quienes se dedican a la docencia a
impartir clases también en instituciones privadas en las que los
contratan por honorarios y sin ninguna prestación.
Hay que agregar a lo anterior que los
ayudantes y profesores de asignatura no tienen ninguna estabilidad en
el trabajo. Cada semestre firman un contrato que únicamente cubre
los cursos que imparten en ese semestre y no cuentan con ninguna
garantía de que tendrán cursos el siguiente semestre, ni de que les
mantendrá al menos el mismo número de horas que ya estaban
impartiendo. La UNAM no se compromete a nada con los profesores de
asignatura que trabajen bien, que cumplan con responsabilidad, que
preparen clases, en resumen, que sean buenos maestros.
Para colmo, las posibilidades de acceder a
una plaza de tiempo completo son muy limitadas porque se abren pocas
plazas y los concursos no son transparentes.
Así trata la universidad más grande e
importante de América Latina a los profesores que se encargan de la
mayoría de los cursos que se imparten en sus aulas.
- Por qué empezaron las movilizaciones actuales
La rectoría de la nuestra universidad ha
emprendido una campaña por la “renovación de la planta docente”
que incluye ofrecer mejores condiciones de jubilación que las que
marca la ley del ISSSTE para profesores con más de 70 años de edad
y la ocupación de sus plazas por maestros jóvenes. Nadie puede
oponerse a estas líneas de jubilación y contratación en abstracto.
Pero hay un problema. El programa de renovación de la planta docente
excluye a los profesores de asignatura que rebasen los 37 años de
edad si son mujeres, o los 39 años si son hombres. Es decir, ignora
por completo a los que han dedicado su vida a la docencia en la UNAM
durante un buen número de. A esos maestros simplemente se les
anuncia que serán sustituidos por maestros más jóvenes, que recién
hayan obtenido una maestría o un doctorado.
El programa incluye, además de la
restricción de la edad, la imprescindible condición de que los
candidatos a ocupar las plazas cuenten con la aprobación de los
directores o de los Consejos Técnicos de las dependencias donde
aspiran a ser contratados. Sin ese aval, ni los jóvenes recién
doctorados pueden acceder a estas plazas. ¿De qué se trata? ¿De
llenar la planta docente de incondicionales a las autoridades
actuales?
- Las demandas de los ayudantes y profesores de asignatura
No es demasiado pedir que los maestros de
una institución cuya principal razón
de ser es precisamente la
docencia, sean tratados con un mínimo de dignidad y de
reconocimiento a su trabajo.
Los estudiantes somos los primeros
interesados en que nuestros maestros tengan buenas condiciones de
trabajo y posibilidades reales de realizar una carrera docente,
porque esa es una condición indispensable para que los cursos sean
mejores y el nivel académico esté en constante ascenso, aunque no
sea suficiente con ello.
Pero también debemos ser parte de esta
lucha por solidaridad, porque esta lucha es justa y el movimiento
estudiantil siempre ha hecho suyas las causas justas.
Por ello, debemos unirnos a las siguientes
exigencias a la rectoría de la UNAM:
1) Por la apertura de plazas de tiempo
completo para los profesores de asignatura responsables y cumplidos,
sin restricciones de edad, a las que se pueda acceder a través de
concursos transparentes (que no favorezcan a los incondicionales de
las autoridades o a los amigos de quienes están en las comisiones
dictaminadoras), y en los que se le asigne un peso importante a la
experiencia docente.
2) Aumento inmediato en el pago por hora a
los ayudantes y profesores de asignatura de manera que el nivel más
bajo reciba cuando menos $100 por hora pizarrón.
3) Que todo profesor de asignatura que haya
cumplido cabalmente con su trabajo durante un semestre, tenga
garantizada la asignación de cuando menos el mismo número de horas
pizarrón durante el siguiente semestre, es decir, que a nuestros
maestros se les garantice una mínima estabilidad en su trabajo.
4) Diseño de un plan de jubilación digno
para los profesores de asignatura.
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