El gobierno nos lleva al hambre a millones de mexicanos. Con los aumentos de impuestos, de precios a la gasolina, al gas, al agua, a los alimentos, al transporte. Con una política que deja sin empleo a más de 2.5 millones de mexicanos, sin educación a más de 10 millones de jóvenes y sin servicios médicos a otros tantos. Hoy casi 55 millones de mexicanos están en estado de pobreza (54.8 millones de acuerdo a datos oficiales del Banco Mundial, la realidad debe ser mucho más cruda).
Al pueblo se nos pide sacrificio, que porque el “boquete fiscal”, que porque “la crisis”, que para “atraer capitales”. El gobierno insiste en decir que “no hay dinero” y miente. Sí hay dinero, el problema es que todo es para los más ricos, para los de abajo nada. A los más ricos dueños de grandes empresas nacionales y extranjeras se les entrega en bandeja de plata todo, desde bancos hasta recursos naturales. Para ellos el paraíso fiscal, permitiendo transacciones millonarias libres de impuestos (la más reciente: la compra-venta del duopolio cervecero FEMSA por 7 mil 347 millones de dólares). Y ellos sí obtienen jugosas ganancias (por sólo citar un ejemplo los banqueros obtuvieron ganancias por 32 mil 388 millones de pesos sólo en el primer semestre de 2009), aún en crisis se siguen enriqueciendo a costa del trabajo y el sacrificio de millones de mexicanos.
Esa misma política es la que está detrás de la extinción de la Luz y Fuerza del Centro (LyFC), decretada por el gobierno tras la toma armada de nuestros centros de trabajo. El objetivo es continuar con la entrega de la industria eléctrica a un puñado de trasnacionales que ya se han venido apropiando de ella (40% de la generación de energía eléctrica ya está en manos privadas).
Por eso la impresionante y millonaria campaña en los medios de comunicación buscando desprestigiarnos. Se trata de evitar una respuesta popular ante la brutalidad sin límites de un gobierno que es capaz de dejar sin trabajo de un día para otro a 44 mil trabajadores en medio de una crisis económica sin precedente. Hemos sido calumniados y atacados porque representamos un obstáculo a la privatización de la electricidad y porque frente a la política oficial de incremento de las tarifas para los hogares y grandes descuentos a los industriales, nosotros planteamos el establecimiento de una tarifa social para que pagara menos el que menos tiene.
Por eso de un día para otro nos cambiaron la vida, arrebatándonos nuestro trabajo y echándonos a la calle.
Por eso ahora quieren responsabilizarnos del sinnúmero de fallas que se han presentado en el servicio desde que nos arrebataron nuestro trabajo. Buscan justificarse porque prometieron un mejor servicio y hoy el pueblo se está dando cuenta del engaño. No hay que olvidar que en el norte y el sur del país han proliferado las quejas por el pésimo servicio y las cuotas desproporcionadas que cobra el gobierno a través de CFE y que han llevando a millones de familias a la disyuntiva de comer o pagar la luz cada mes.
Porque alertamos a la población de que el gobierno ya prepara el siguiente golpe contra todos los trabajadores, reformando la Ley Federal del Trabajo para hacer pedazos el derecho a huelga obligarnos a trabajar sin contratos colectivos, en las peores condiciones y sin forma de defendernos.
Porque denunciamos que los de arriba no tienen llenadero, son un barril sin fondo y no les basta lo que ya nos han quitado. Lo quieren todo. Si no paramos este golpe, seguirán avanzando con la privatización del petróleo, del agua y de los servicios de salud.
El déspota provocador secretario del trabajo, Javier Lozano, se esfuerza en preparar el terreno para reprimirnos, con la ayuda de las televisoras y de muchos otros medios. Sus amenazas no nos amedrentan, seguiremos luchando y seguiremos movilizándonos.
¡Que no te engañen sus campañas de desprestigio! No somos saboteadores ni agresores, somos trabajadores que podemos y queremos echar a andar el equipo y la maquinaria de LyFC, a pesar de lo obsoleta que está, para que tú tengas un buen servicio eléctrico y nosotros recuperemos nuestro trabajo.
Juntos todos tenemos que detenerlos. ¡Ya basta de sacrificios de millones de trabajadores! ¡Ya basta de privilegios al puñado de los más ricos! ¡No mas aumentos de precios! ¡Aumento de salarios para todos!
TODOS A LA MARCHA
el 29 de enero, 4 pm, del Ángel de la independencia a Los Pinos.
NO PAGUES LUZ
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