Los Brigadistas-UNAM
Febrero de 2016
De última hora: el pasado
23 de febrero, la defensa legal de la presa política Nestora
Salgado, logró que se repusieran los 3 procesos legales por los que
está encarcelada. En las próximas horas se resolverá si hay auto
de libertad o nuevos autos de formal prisión. Es de suma importancia
cerrar filas, hacer pronunciamientos, exigir al poder judicial de
Guerrero, al gobierno estatal y al gobierno federal, la libertad
inmediata de Nestora.
¿Qué es la policía
comunitaria?
En la costa chica y la montaña
de Guerrero, más de 150 comunidades han generado y sostenido una
organización regional basada en usos y costumbres indígenas,
llamada Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias – Policía
Comunitaria (CRAC-PC) El objetivo de la organización es procurar
seguridad y justicia para miles de personas que han sufrido el
olvido, la pobreza, así como el acoso de grupos criminales coludidos
con el gobierno. Cansados de sufrir violaciones, robos, secuestros,
asesinatos, sin que los cuerpos de seguridad oficiales pudieran hacer
nada; hartos de que los que dicen cuidar al pueblo, más bien
cuidaran a los grupos de sicarios, los pueblos se decidieron a
resolver el problema por ellos mismos, y conformaron la CRAC con su
policía comunitaria, cuya máxima autoridad es la asamblea general.
Los policías comunitarios son
gente de los pueblos, que conocen sus problemas y dinámica interna.
Se les asigna el cargo en la asamblea, frente a la gente, que los
reconoce por su honestidad y su compromiso. Y el sistema comunitario
de seguridad no está basado en el castigo, sino en la reeducación
de los infractores. Si alguien comete una falta, el que la cometió
debe reeducarse en la misma comunidad, con trabajo voluntario; se
tiene la concepción de que si hay gente que está faltando a las
normas comunitarias, no sólo está mal él, sino la comunidad en su
conjunto, por lo que el problema no se resuelve aislando al ladrón o
al golpeador, sino incorporándolo a la vida comunitaria; por otro
lado, con la fuerza de la organización se ha disminuido al máximo,
y en algunos casos erradicado, otro tipo de problemas como el
secuestro y la presencia de grupos de narcotraficantes.
Es importante mencionar que
los sujetos infractores no están encarcelados, duermen en casas de
justicia, pero en el día están en la calle, hacen trabajos
comunitarios conviviendo con la población. Se trata de otro tipo de
justicia, no la que impulsa la PGR, sino una más cercana al pueblo,
que está en sus manos y bajo su control, y que además, les ha
resultado muy útil: desde el surgimiento de la policía comunitaria,
la región donde opera ha registrado una caída de más del 90% en
los delitos cometidos.
Los gobiernos estatal y
federal, sostuvieron en su momento que esta policía no es regular, y
que no tiene reconocimiento oficial, a lo que la gente respondió que
no quieren el reconocimiento de nadie, sino respeto a las formas de
organización comunitaria. Reconocimiento ya lo tienen, el de los
propios pueblos, y con ese basta. Gracias a la firmeza de las
comunidades, a su lucha incansable durante más de dos décadas, el
gobierno ha tenido que ir modificando su posición, y reconocer
incluso legalmente, con la llamada Ley 701, la existencia de la
CRAC-PC.
Sin embargo, la existencia de
esta masiva organización popular, sostenida por miles de pobladores
mediante la discusión y decisión colectiva en cada vez más
comunidades de Guerrero, es un estorbo para diversos grupos de poder.
Los saqueadores de los recursos naturales, las grandes empresas que
tienen proyectos mineros en la zona, los políticos corruptos que
lucran con los cargos públicos, los grupos del narco que ya no
pueden operar a su gusto en la zona, todos ellos, además de sus
acuerdos criminales, tienen un objetivo común: acabar con la Policía
Comunitaria, destruir la organización del pueblo, disolver las
asambleas comunitarias y a la asamblea regional. Es así que desde el
gobierno, los juzgados, los partidos tradicionales, y todas las
instituciones del Estado que trabajan para los dueños del dinero, se
ha emprendido una ofensiva contra la CRAC-PC, simplemente porque el
hecho de que, para avanzar en el proceso de despojo de los recursos
naturales, para poder saquear los minerales de la zona, para asegurar
que el narco pueda seguir operando a sus anchas en la región, al
gobierno, los grupos mafiosos y el gran capital, les resulta
imprescindible que la CRAC desaparezca, que la gente vuelva temerosa,
desorganizada e indefensa a sus casas. Y la detención de Nestora
Salgado es parte de esa ofensiva.
¿Quién es Nestora
Salgado?
Una de las comunidades
guerrerenses que decidió hacer valer su propio sistema de seguridad
y justicia, fue la de Olinalá en Guerrero, de donde Nestora es
originaria. Tras regresar de Estados Unidos, donde en su juventud fue
a buscar mejor suerte económica para ella y su familia, Nestora
decidió quedarse y luchar junto a su pueblo. Gracias a la entrega y
valentía mostrada, los pobladores la nombraron Coordinadora de la
Policía Comunitaria, un cargo superior a la de los comandantes según
la estructura de la organización.
Como Coordinadora, Nestora
actuó firme y honestamente en la defensa de su pueblo, combatió
grupos criminales aplicando la justicia conforme a las reglas de la
comunidad y en el marco de lo establecido por la Ley 701. Realizando
esas actividades es que detuvo y envió a reeducación a algunos de
los personajes que hoy la acusan de secuestro.
Dos son los casos
paradigmáticos por los cuales Nestora está presa. Uno se trata de
un par de mujeres, que eran parte de un grupo de narcotraficantes que
operaba en Olinalá, y que Nestora había enviado a reeducación. El
otro, es el caso de un síndico del pueblo, que pertenecía a una
mafia de asesinos vinculada al narco, que se dedicaba a matar
campesinos para apoderarse de sus tierras y su ganado. Esas personas,
criminales a sueldo, agresores de las comunidades, son las que acusan
a Nestora Salgado de secuestro. A ellos fueron a los que “liberó”
el Ejército, la Marina y las policías Estatal y Municipal en su
operativo contra la Policía Comunitaria de agosto de 2013, cuando
fue detenida Nestora junto con 5 de sus compañeros de la CRAC, que
igual que la “comandanta”, continúan presos.
El que fuera gobernador del
estado de Guerrero, Ángel Aguirre, dijo a los medios que “la
encerramos porque era un peligro para la paz social”, pero ninguno
de los que la acusan directamente han dado la cara, ni se han
presentado a declarar. Incluso cuando el posterior gobernador
interino de Guerrero, Rogelio Ortega, se desistió de los cargos
contra Nestora, oscuros personajes vinculados con el PAN y no se sabe
a qué otras organizaciones mafiosas, como Alejandro Martí e Isabel
Miranda de Wallace, salieron en conferencia de prensa a decir que la
posible liberación de Salgado, es "ilegal y contraria a
derecho", y que "el gobernador Rogelio Ortega no tiene
facultad para solicitar su libertad...”.
El caso es que, con
desistimiento y todo, Nestora sigue presa, y en enero pasado cumplió
dos años y medio tras las rejas, primero en un penal de máxima
seguridad en Nayarit, y hoy en el Reclusorio Femenil de Tepepan, en
la Ciudad de México. Incluso la ONU se pronunció por su liberación
inmediata, reconociendo que no cometió delito alguno, pero los
gobiernos de Héctor Astudillo en Guerrero, y de Enrique Peña Nieto,
se empeñan en mantenerla en la cárcel, como represión política a
la Policía Comunitaria, y amenaza contra todos aquel que pretenda
organizarse con su pueblo o comunidad para garantizar la seguridad y
la justicia que el Estado mexicano es incapaz de asegurar.
¿Por qué luchar por su
libertad?
Porque Nestora es inocente,
porque es injusto que siga presa. Porque su detención es un atentado
contra todos, principalmente contra los que pretendan organizarse y
luchar por sus derechos. Porque hasta la ONU se ha pronunciado por su
libertad. Porque en Olinalá, la espera su comunidad y su familia, la
cual ha tenido que sufrir también los estragos de este duro
encierro. Porque para construir un país más seguro, necesitamos
defendernos desde abajo, organizarnos, y es eso lo que el gobierno
quiere destruir. Porque los grupos de matones y sicarios están
protegidos por el Estado, en contubernio con los principales partidos
políticos y sólo el pueblo puede ponerles un alto. Porque Nestora
representa a un México harto de masacres, y ávido de respeto a su
dignidad.
Luchar por la libertad de
Nestora Salgado, es tarea y responsabilidad de todos.
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