Dossier 1. Para entender lo que está pasando en Palestina

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Enrique Peña Nieto tiene a su candidato para tener injerencia directa en la Universidad: Sergio Alcocer.


Ante la entrada del nuevo rector a la UNAM, estemos en alerta máxima

Enrique Peña Nieto tiene a su candidato para tener injerencia directa en la Universidad: Sergio Alcocer.

Desde sus inicios, y sobre todo a partir de 1968, el PRI, como partido en el poder, ha tratado de apoderarse de la UNAM, utilizando todo su aparato autoritario, sus métodos violentos, antidemocráticos y porriles. Como ejemplos tenemos sus “sociedades de alumnos”, grupos de porros como los existentes en 1968, MURO, FNET, entre otros y los actuales 3 de Abril, Los Lagartos, 3 de Marzo, etc., intentando controlar y amedrentar a estudiantes, profesores y trabajadores, impidiendo su organización y movilización.
El movimiento estudiantil de la UNAM junto con el IPN y otras universidades, en 1968 logró despertar la conciencia y movilización de amplios sectores. Dicho movimiento logró vincular a los universitarios con las luchas populares y conformó, desde ese entonces, formas de organización, discusión y decisión democrática como las asambleas generales, el Consejo Nacional de Huelga, los comités de lucha, cogobiernos, autogobiernos en escuelas y facultades, al margen y en contraposición a las estructuras autoritarias que están en manos de un puñado de funcionarios.
Junto con todo esto, y también como producto de la lucha estudiantil y popular de 1968, más tarde surgió el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH). Sus frutos han sido las Academias y asambleas generales, construidas por los estudiantes, profesores y trabajadores.
En la UNAM no ha cesado la lucha entre los que construyen la universidad democrática al servicio de las mayorías y los que defienden los intereses de grandes empresarios y del gobierno. Los primeros se han enfrentado a distintos niveles, de acuerdo a las distintas etapas de la lucha de clases, sorteando los peores ataques de los defensores de la universidad  autoritaria que se empeñan en imponer sistemas de gobierno sumisos a los mandatos de los poderosos del mundo y planes de estudios acordes a los dictados del gran capital. Otras medidas del proyecto autoritario de Universidad han sido: el cobro de cuotas en la UNAM, hacer cobros ilegales a los estudiantes por trámites y servicios, imposición de reformas que perjudican a alumnos que trabajan como son los plazos límites de estudios, ir eliminando los pases automáticos (pases reglamentados), someter a los aspirantes a bachillerato por medio del examen selectivo del COMIPEMS - CENEVAL; eliminar dos turnos en los planteles del CCH, reducción a matrículas de ingreso, además de generar proyectos de investigación al servicio de empresas privadas. Y todo esto acompañado de campañas mediáticas y de embates de los gobiernos federales en turno.
Sin embargo, no todo lo han tenido a su favor para aplastar al movimiento. Los sectores defensores de la Universidad pública y gratuita, vinculándose, organizándose democráticamente y movilizándose con el pueblo, han logrado echar abajo sus medidas privatizadoras e incluso a quienes las implementan. Este avance no habría sido posible sin la vinculación constante con el pueblo.
Por ello, actualmente que nos vemos amenazados con la imposición de un rector del gabinete de Peña Nieto, no debemos estar al margen de los sectores del pueblo que se encuentran resistiendo, como son los maestros contra la Reforma Educativa de Peña Nieto; los campesinos que luchan contra los mega proyectos del Gran Capital y el saqueo privatizador de los recursos naturales, los trabajadores del SME en resistencia y demás sectores del pueblo que están en descontento y que luchan en defensa de sus derechos más elementales, que el neoliberalismo les está arrebatando:  la vivienda, el trabajo, el campo,  la salud,  la educación y  la vida digna.
En estos momentos estamos a punto de iniciar un nuevo capítulo de esta lucha:
Parte de la estructura autoritaria y ancestral de nuestra máxima casa de estudios es el proceso de elección de rector, por demás de corte dictatorial. El rector elige una terna de donde la Junta de Gobierno decide a los directores de escuelas y facultades; estos directores son la primera fuerza dentro del Consejo Universitario, que es el encargado de designar a los miembros de la Junta de Gobierno, que a su vez elige al rector; en suma, son ellos mismos, los grupos de poder, eligiéndose unos a otros, reciclándose en el poder, en una estructura autoritaria cuasi feudal. Además siempre y tradicionalmente se debe contar con el visto bueno del partido en el poder, claro que este proceso, viciado de origen, también es afectado por la correlación de fuerzas en el país y en la propia Universidad. Así, por ejemplo después de que la huelga del CGH (1999-2000) detuvo el plan privatizador de Barnes, todos o la mayoría de candidatos a rector de los siguientes períodos declaraban que la UNAM debía ser gratuita y pública, aunque antes apoyaban el Plan Barnes.
Enrique Peña Nieto no conforme con impulsar sus llamadas “reformas estructurales” con las que privatiza la educación, la salud y los recursos naturales, ahora también pretende apoderarse de la UNAM, imponiendo a su candidato Sergio Alcocer Martínez de Castro, quién ha formado parte de su gabinete y del de Calderón, y quién una vez llegando a la Rectoría, profundizaría la elitización y privatización en la Universidad, si lo permitimos; incluso en su declaración a la prensa mencionó que, “las cuotas no son el problema ni la solución”, dejando abierta la posibilidad de imponerlas de algún modo.
Alcocer seguramente reforzará la entrega de la UNAM al capital privado a través de los programas de estudio e investigación. Además de ser candidato de Peña Nieto, también lo es de Narro, que se ha pronunciado a favor de la Reforma Educativa y contra la lucha del magisterio democrático. En medio de la crisis social desatada por la desaparición de 43 estudiantes normalistas, el rector se atrevió a declarar que “no fue el Estado”, intentando lavarle la cara a Peña Nieto.
Entonces ¿Para qué es la UNAM? ¿Para acrecentar las ganancias del gran capital privado o para solucionar los problemas de la nación?
Sobre los otros candidatos, al ser entrevistada Rosaura Ruíz Gutiérrez, dijo  que está a favor de respetar  la gratuidad de la educación. Lo que no mencionó es que la gratuidad sigue gracias a la lucha del CGH, que logró defenderla en los años 1999-2000. La propia Rosaura Ruíz se manifestaba en contra de la huelga, apoyando las propuestas de los llamados “Eméritos” para levantarla. Ella apoyó el plebiscito del entonces rector De la Fuente para romper la huelga y encarcelar a casi mil universitarios. Su posición política frente a la gratuidad, sin duda, se debe a la lucha del movimiento estudiantil y a la huelga del CGH. Son camaleones, no podemos confiar en ellos.
Surge entonces la necesidad de alzar la voz, de organizarnos y de movilizarnos para impedir que personajes como Alcocer, tomen la Rectoría. Si no lo hacemos, Peña meterá sus manos en la UNAM (aún más de lo que ya lo está haciendo), despojando aún más de sus derechos a la educación a estudiantes y de sus derechos laborales a profesores y a trabajadores. Es más, en este momento necesitamos unirnos y reivindicar las legítimas y más sentidas demandas de los sectores de la UNAM como son: No al examen de COMIPEMS, construcción de más prepas y planteles de CCH, plazas de carrera para los profesores y salarios dignos a profesores y trabajadores, ampliación significativa de la matrícula en la licenciatura universitaria, que los proyectos de investigación sean para buscar soluciones a los problemas nacionales, no a los de unos cuantos empresarios, entre otras. Además debemos avanzar en la dirección que nos acerque al pueblo y a sus luchas: sólo unidos a ellos triunfaremos.
Lo único que podrá parar los ataques del capital privado a la UNAM e impedir que Peña Nieto imponga a su delfín Alcocer en la rectoría es que los estudiantes, profesores y trabajadores nos organicemos y movilicemos.
Peña ha actuado con despotismo absoluto, y le ha salido bien. Impuso de la mano de Televisa, a la procuradora de la PGR; en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, colocó a un sangriento policía como es Eduardo Medina Mora y ahora viene por la UNAM.
Debemos sujetar a quien quede de rector, a que se supedite a las decisiones colectivas, que la Universidad se posicione en defensa de los derechos de la mayoría, que impulse medidas al servicio de los sectores populares, desposeídos y por la defensa de la gratuidad de la educación superior.
En general, es imprescindible que avancemos en la transformación democrática de la Universidad, que mantiene unas formas de gobierno vergonzantes, autoritaria, anacrónicas.

¡NO A LA ENTRADA DE EMISARIOS DE PEÑA NIETO A LA RECTORÍA DE LA UNAM!

¡Democratización de la máxima casa de estudios!


Los Brigadistas – UNAM
CGH – Ho Chi Minh
Agosto 2015



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