Dossier 1. Para entender lo que está pasando en Palestina

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La defensa de Teotihuacán

En enero de 2009, América del Valle, entonces perseguida política, escribió esto:


La ciudad de los dioses
América Del Valle
(perseguida política de Enrique Peña Nieto y el Estado mexicano)
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra-Atenco
Sábado 31 de enero de 2009

La Ciudad de los Dioses, como la mayoría de los sitios arqueológicos más significativos y bellos de nuestro México, en las últimas décadas ha sido profanada constantemente a manos de gobiernos y funcionarios entreguistas, y depredadores neoliberales.

No es de extrañar que sea Enrique Peña Nieto, el candidato presidencial más encarrerado y represor, junto con su mafia Atlacomulco, los que encabecen la imposición del despojo y destrucción de Teotihuacan, de sus comunidades guardianas y de la nación misma, para ampliar sus negocios y ganancias económicas, pero también políticas.

Tampoco es la primera vez que un director del Instituto Nacional de Antropología e Historia o instancias similares, ofrecen como mercancía un patrimonio nacional e histórico, con tal de obtener una tajada del despojo, ya sea en efectivo o en huesos prometedores.

El “Resplandor Teotihuacano” y el “Corredor Turístico Cultural Acolman-Teotihuacán-Otumba”, no son otra cosa que la depredación territorial, que en esta región del Estado de México se impulsa desde el gobierno estatal en franca complicidad con empresas nacionales y extranjeras, especializadas en extinguir pueblos, para construir zonas “urbanas” habitacionales (ciudades modelo del Bicentenario), como sucede en Tecámac y otros municipios; en secar pozos de agua potable para privatizarla; en asesinar la tierra, convirtiéndola en cementerios de basura y desechos radioactivos, como ocurre en Temascalapa; o como puede ser el caso, en destruir un sitio arqueológico, hasta desfigurarlo y convertirlo en un centro de espectáculos, adornado con despampanantes tiendas trasnacionales -Wal-mart, por ejemplo-, donde lo que quede de las poblaciones aledañas, sirve de mano de obra barata y explotada.

Ambos proyectos no vienen solos y la lista de depredaciones no termina aquí. La obsesión para construir el aeropuerto internacional sobre las tierras de Atenco y Texcoco, también es parte de tal despojo, aunque caigan en el absurdo de afirmar
que sólo requieren de terrenos federales, cuando es de sentido común que un proyecto de tal dimensión se acompaña de vías de comunicación, corredores industriales, hoteles y cuanta parafernalia se les ocurra. Así que ni una lucha de la región debe estar aislada, Ante esto, debemos ser concientes que el socio mayor de dichos despojos, Enrique Peña Nieto, quiere ser el próximo presidente y desde que llegó al puesto heredado por su tío Arturo Montiel, está en permanente campaña presidencial. Es en ese sentido, que éste sátrapa busca que cada una de sus acciones, promociones e imposiciones, le retribuyan para su candidatura.



Resplandor Teotihuacano, desde ahora es una de sus tribunas políticas para seguir demostrando sus dotes de represor, ante los que resistimos y luchamos en defensa de nuestro patrimonio y dignidad, ante los trabajadores, docentes e investigadores del INAH que están dando una pelea consecuente y digna, pero también es el mensaje a los dueños del dinero y grupos de poder que mucho se complacerían en tener un presidente defensor de sus intereses mezquinos, con mano dura que acalle y aplaque al pueblo. Sin embargo, la última palabra no está dada, porque así pueda engatusar a la UNESCO o al Congreso del Estado, hace falta que el pueblo mexicano baje la cabeza y acepte la política del despojo y el pisoteo.

Enrique Peña Nieto, no pasará sobre la ciudad de los dioses, ni tampoco llegará a la presidencia, pues lleva a cuestas muerte y barbarie. Será la organización, unidad y capacidad de movilización del pueblo, lo que le ponga un alto al engreído profanador. Teotihuacan, nos convoca a todos. No bajemos la guardia, porque sí es posible la victoria mientras nos mantengamos luchando. Que no sea el amedrentamiento de un tigre de papel lo que acalle y doblegue nuestra memoria histórica y dignidad.

Desde la trinchera del exilio forzoso, sumo mi voz por la defensa de Teotihuacan, pues la ferocidad de los perseguidores y los carceleros, no es más fuerte que nuestro deber, dignidad y coraje para estar al lado de nuestros pueblos y hermanos que luchan con la frente en alto.

¡NI UN PASO ATRÁS!
¡QUE SE LARGUE ENRIQUE PEÑA NIETO!
¡LA TIERRA, EL AGUA, EL AIRE, LA HISTORIA… NO SE VENDE, SE AMA Y SE DEFIENDE!

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